De acuerdo con un estudio de la prestigiosa revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), estos determinaron que, comer de manera frecuente alimentos fritos (en especial papas), se ve directamente relacionado con las personas diagnosticadas con ansiedad y depresión.
Para poder llevar a cabo el estudio, se evaluaron a 140 mil 728 personas durante 11,3 años. Pasados los primeros 2 años, se excluyeron los pacientes que fueron diagnosticados con depresión, hallando 8 mil 294 casos de ansiedad y 12 mil 735 casos de depresión entre quienes consumieron comida frita.
Por lo anterior, se resaltó que el consumo de papas, mostró un aumento del 2 por ciento en el riesgo de depresión sobre la carne blanca frita.
De acuerdo a lo reportado por los investigadores, la exposición crónica a la acrilamida, es un contaminante que se encuentra presente en el procesamiento de los alimentos fritos, induciendo a significantes alteraciones en el metabolismo de los lípidos cerebrales y neuro inflamación.
La investigación arrojó que los hombres jóvenes, son los consumidores más propensos a presentar un diagnóstico de depresión y ansiedad.
«El componente humano de este estudio puede indicar exactamente lo que pretende: que una mayor ingesta de alimentos fritos aumenta el riesgo de ansiedad/depresión». «Sin embargo, también podría tratarse de un fenómeno en la otra dirección: las personas con ansiedad/depresión recurren a ‘comida reconfortante’ cada vez más seguido para obtener algo parecido a un alivio», expresó el Dr. David Katz, especialista en medicina del estilo de vida y fundador de True Health Initiative.