Leona Vicario, Puerto Morelos, Quintana Roo.— A fin de continuar la aplicación de acciones que contribuyan a preservar la paz y garantizar la seguridad, pero, sobre todo, a la prevención del delito, la Secretaría de Seguridad Pública de Puerto Morelos lleva a cabo acercamientos con los diferentes sectores de la población, manifestó su titular, Alfredo Edgardo Valdez de León.
“Es una tarea que nos encargó la presidenta municipal Blanca Merari Tziu Muñoz y debemos desarrollarla en forma permanente para la protección de todos los habitantes del municipio. La mejor manera es hacer de su conocimiento cómo detectar posibles ilícitos, como la trata de personas, y que pueda evitarse, sobre todo para seguridad de los más vulnerables”, señaló.
En ese contexto, el director de Participación Ciudadana y Prevención del Delito, Fernando Gallardo Aguirre, apuntó que en la delegación Leona Vicario se brindó una plática dirigida a adultos y personas de la tercera edad. La razón de dirigirse a ellos es que en esta época son los abuelitos los que con frecuencia se quedan a cargo de los nietos.
“Les alertamos para que estén pendientes de los menores, quienes mantienen contacto, en ocasiones con personas desconocidas, por medio de los teléfonos celulares o aparatos electrónicos, con quienes conversan en sus redes sociales, ya que es muy fácil falsear identidades. De esa forma, están expuestos a caer en redes de explotación sexual, laboral y de la delincuencia”, manifestó.
Asimismo, dijo que se entregaron folletos en los que se detallan acciones sencillas para evitar ser víctima de trata de personas, como no publicar información personal, edad, dirección, teléfono, etcétera en redes sociales, desconfiar de anuncios de trabajo atractivos fuera de la localidad, no acudir sola o solo a entrevistas de trabajo y denunciar si consideran que está en riesgo su integridad.
Fernando Gallardo también explicó que los adultos mayores deben denunciar cuando personas allegadas pretendan aprovecharse y despojarlos de sus pertenencias o cuando llegan a ser maltratados por su propia familia.