Entre las profesiones más bien valoradas, encontramos la abogacía, la medicina o la
arquitectura. En el extremo contrario se sitúan, en cambio, los periodistas o los
jueces. Los jugadores de póquer profesionales también están algo infravalorados
por la sociedad en general, quien seguramente relaciona este tipo de trabajo con los
fraudes y corruptelas o el mundo de adicciones que retratan películas como
Rounders o la franquicia Ocean’s.
Sin embargo, para llegar a triunfar en este sector hacen falta unas habilidades que
no todo el mundo posee. Hay que ser rápido de mente, saber anticiparse y poder
engañar al rival con solo una mirada. Todas esas circunstancias provocan que llegar
a la cima del póquer no sea nada fácil y que aquellos que quieran dedicarse a ello a
menudo tengan una trayectoria profesional muy alejada de los convencionalismos y
lo tradicional.
¿Quiénes son la nueva generación de jugadores de póquer?
Décadas después de la primera partida de póquer, allá por el siglo XIX, todavía hay
muchísima gente que se reúne a menudo para jugar a las cartas. Hay quien, incluso,
ha hecho de ello una profesión, como los respetadísimos Stu Ungar, Doyle Brunson,
Johnny Moss, Phil Ivey o Vanessa Selbst. Precisamente esta última forma parte de
la nueva generación de jugadores que, poco a poco, van ganándose un puesto en la
historia de este juego.
Otros nombres que destacan en la actualidad son el de Dan Cates, que empezó
compaginando un trabajo en el McDonald’s con las partidas online; Daniel
Negreanu, que consiguió ser el jugador que más dinero ha ganado en torneos; Ben
Sulsky, que aprendió a jugar a póquer en un viaje a México y en su tiempo libre; o el
español Adrián Mateos, que se mudó a Londres y creó en casa su propio
“laboratorio” donde practicar a diario durante horas y horas.
¿Qué habilidades debe tener un jugador de póquer profesional?
Llegar a lo más algo del póquer profesional no es cuestión de suerte. Todo jugador,
como se ha dicho anteriormente, debe poseer ciertas habilidades que no solo le
permitirán abrirse camino hacia el estrellato, sino también mantenerse en ese
estatus de ganador. Ninguno de los jugadores mencionados en el apartado anterior
habría conseguido ser un as en el juego sin tener bien desarrollado el instinto y sin
poder mantener la concentración en momentos de mucha tensión.
Es importantísimo trabajar esas cualidades para poder superar con éxito todas las
fases de una partida de póquer. Desde que el crupier reparte los naipes sobre la
mesa hasta que se muestran las cartas privadas, pasando por supuesto por todas
las rondas de apuestas, el jugador pondrá a prueba su astucia, su paciencia y su
capacidad para estar estable emocionalmente durante el juego. Es esencial poder
controlar las emociones: los nervios o la sobreexcitación te irán a la contra.
El fenómeno de las carreras slash
Ser jugador profesional de póquer no necesariamente es con lo que soñamos todos
cuando somos niños. Este tipo de juegos suele descubrirse cuando se es algo más
mayor y la posibilidad real de convertirlo en una profesión puede llegarte cuando
menos te lo esperas. Actualmente, es muy habitual que los jugadores de póker
hayan cursado estudios universitarios que nada tienen que ver con el juego de
cartas, como puede ser enfermería o ciencias políticas.
Esta realidad se incluye en un fenómeno global conocido como las carreras slash,
es decir, aquellas que están compuestas por más de una profesión. Un mecánico
puede haber estudiado, a su vez, una carrera de humanidades y alguien que se
graduó en filosofía puede terminar trabajando de periodista. No es nada fuera de lo
común en la actualidad que algo que uno hacía por pura diversión, como jugar
timbas de póquer con amigos, acabe siendo una profesión de los pies a la cabeza.
Un día en la vida de un jugador de póquer
No hay nada que ayude a mejorar más las técnicas para ser un óptimo jugador de
póquer que practicar y practicar y practicar. Es cierto que los profesionales disponen
de mucha libertad para decidir el cuándo y el dónde se preparan para la próxima
partida, pero no hay duda de que deben pasarse muchas horas a la semana
jugando y pensando estrategias para ir con más seguridad a los torneos. También
resulta esencial leer manuales para mejorar el juego.
Especialmente aquellos que se dedican profesionalmente al póquer online
comparten la rutina de levantarse temprano para empezar cuanto antes su sesión
diaria delante del ordenador. El horario puede variar según el fuso en el que se
encuentren, pero suele coincidir con la noche en Estados Unidos, ya que está
demostrado que es el mejor momento del día para jugar a póquer por Internet. Nadie
dijo que ser jugador profesional era fácil.