ALEJANDRA GALICIA
GRUPO CANTÓN
CANCÚN.- A pesar de que el Gobierno de México implementó desde hace más de un mes un plan emergente para combatir la inflación en productos de la canasta básica la realidad para los emprendedores en Cancún es adversa, pues se enfrentan al incremento de insumos que utilizan para producir sus servicios o productos que obligan a subir precios.
La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) lanzó hace más de un mes un Paquete Contra la Inflación y la Carestía (Pacic) que consistió en seleccionar 24 productos de la canasta básica y generar un acuerdo entre el sector empresarial para garantizar precios justos, estas tarifas son monitoreadas a nivel nacional por la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco).
Para mujeres emprendedoras como Alondra Lara Cohuo de 30 años abrir un negocio fue una decisión que planeó con un año de anticipación y aunque tenía miedos para emprender derivado de los problemas de la pandemia por Covid-19 decidió hacerlo y ya cumplió cinco meses con su pastelería Alondra Bakery.
Para abrir el negocio se apoyó de su familia y rentó una casa donde montó su negocio de postres. La joven ha avanzado aprendiendo de cero todo lo que se necesita para llevar a flote un negocio propio y aunque reconoce que no fue difícil hacer los trámites y permiso para operar, la inflación si representa un reto económico para continuar operando sus ventas, ya que ha visto el incremento de productos básicos que necesita para cocinar postres.
“Si es un poco difícil porque en Cancún ya hay mucha competencia, ya hay muchas amas de casa que trabajan desde su hogar, y los negocios grandes, hay que aventarse, porque para todos sale el sol”, dijo la pastelera.
Algunos de los insumos que han encarecido son el huevo, la harina, el queso tanto filadelfia como el mascarpone, elementos que son necesarios para la creación de pasteles y otras variedades de postres. La emprendedora dijo que cuando inició su negocio el huevo se encontraba en 56 pesos la reja de 30 piezas actualmente consigue comprarlo en 70 pesos.
Misma situación de la harina que al iniciar su emprendimiento lo adquiría en 15 pesos el kilo, actualmente lo consigue en algunas tiendas entre 20 a 22 pesos, también el queso filadelfia que lo compraba en volúmenes de un kilo en 120 pesos y ahora es más caro por 20 pesos.
Una de las formas que ha encontrado para combatir la inflación en los productos es comprar a mayoreo, en algunas ocasiones debido al crecimiento de precios no le ha sido posible comprar toda la materia prima para los pasteles, además de reforzar la publicidad en redes sociales.
Aunque intentó no subir sus precios tuvo que hacerlo en el mes cinco para poder equilibrar la inflación de precios de los productos, recuperar la inversión y generar ingresos a su favor.
Subir precios apenas le alcanza para recuperar el gasto invertido en la producción y sostiene que conservar la calidad es prioridad aunque los productos sean más costosos, ya que es la única forma de seguir vendiendo.
“Así sean unos cuantos pesos más si nos afecta, pero yo creo que la calidad con precio porque si uno le ofrece buen calidad de producto a los clientes, creo que el cliente lo va a valorar el sabor del pastel o postre, cuando uno comienza a cambiar las marcas lo notan”, dijo la pastelera.
La joven pastelera aconsejó a otros emprendedores de Cancún a visualizar sus proyectos, tomar un tiempo prudente de planeación, analizar problemáticas reales como la inflación, el paso de la pandemia y también buscar el apoyo de su familia y amigos.
“Con todo y la inflación, confiar ver que productos puedes implementar en sus recetas que no les altere mucho y no les cambie tanto la calidad”, dijo Alondra Lara.
