ERNESTO PÉREZ /
RODRIGO MOJICA
GRUPO CANTÓN
CIUDAD DE MÉXICO.- El arte de la lucha libre no sólo significa estar arriba del ring, va más allá, requiere de un proceso importante de producción que a la larga genera ídolos y superhéroes.
Óscar García es uno de los diseñadores más importantes de personajes en México, reconocido por su trayectoria en AAA Worldwide, y apoyo a diferentes estetas del sector independiente. Hace algunos años, Óscar innovó en la creación de indumentarias espectaculares, saliendo de lo cotidiano, se atrevió a dejar de lado el estilo clásico y con ello arrancó un camino que hasta hoy sigue dando muchos frutos.
“Cada uno de los personajes que la empresa me requiere ha tenido algo especial, pero sin duda alguna, Drago es el que rompió con el esquema del típico luchador mexicano. Fue involucrar más tecnología, ya no sólo eran las típicas telas.
“Nos dimos a la tarea de buscar personas que se dedicaran a hacer efectos especiales, con látex. Estábamos haciendo una armadura completa de látex, haciendo fusión con licra de luchadores de antes. Me da mucho gusto que ha trascendido, por su talento y en segundo porque el personaje se mantuvo. Sé que es uno de los luchadores favoritos”.
Entre sus grandes obras de arte también destaca Penta Zero Miedo, una de las figuras más mediáticas en estos días, y que tiene una anécdota a la hora que fue creado.
“Cuando hablé con él la primera vez me dijo que le gustaba la música de banda, no lograba hacer la conexión con su personaje, porque pensaba que era un rudo muy temperamental, entonces si buscaba un personaje con música así, sería algo chistoso, no tan serio.
“En donde hicimos el clic fue cuando me confesó que sus ídolos de la infancia fueron Octagón y Hayabusa (Eiji Ezaki), y que le gustaban las Artes Marciales. Ahí pensé que Octagón necesitaba tener un antagónico y así se dio Pentagón Jr.”, relata.
Sus dotes como dibujante tuvieron su origen desde la infancia, cuando en la escuela plasmaba su pasión y salía de lo cotidiano, pues sus mejores trazos en papel eran de su ídolo del pancracio.
“Recuerdo que cuando iba en el kínder, en vez de dibujar a papá y mamá, hacía muchos luchadores, a uno de mis ídolos, sobre todo, a Tinieblas y Alushe. Tinieblas era el superhéroe de carne y hueso que no sólo veía en las Arenas, sino también en los programas de TV”.
Y, aunque en algún momento pasó por su cabeza ser esteta, Óscar optó por ser diseñador, en gran parte por los consejos que el licenciado Antonio Peña tuvo hacia él, y también la pasión que su padre le inculcó desde niño.
“El licenciado Antonio Peña me metió la cosquilla de ser luchador, en algún tiempo estuve entrenando, pero desafortunadamente tuve una lesión fuerte haciendo pesas. Me di cuenta que el diseño era mi camino, le hice caso al corazón.
“La verdad es que yo le aprendí mucho a Antonio Peña, porque yo admiraba esas historias que se han escuchado de él, en las que al momento de que él se inspiraba tomaba cualquier cosa y lo convertía en lienzo para darle forma. Yo a veces soy igual, en algún momento y estando en una plaza o cualquier lugar, capturo lo que tengo en mi mente y desarrollo la idea. Desde que tengo uso de razón he sido fan de la lucha libre, me lo inculcó mucho mi papá, quien a su vez también era aficionado”.
SE ROZA CON LOS
GRANDES
Una de los mayores orgullos de Óscar es trabajar al lado de Rey Mysterio, de quien destaca su calidad humana, pero en especial su imaginación para seguir revolucionando en este deporte.
“En su etapa como independiente, me llamó y me pidió un outfit muy especial. En Triplemanía XXIII utilizó un traje que tenía unas alas, era algo como una mezcla de varios personajes.
“Él estaba como niño, desde que iniciaron las pruebas lo ilusionó mucho. Eso fue algo muy especial para mí. Rey es una persona muy creativa, la verdad es que la mayoría de las veces me daba las ideas y yo las plasmaba en el papel.
“Hemos hecho varias colaboraciones, alguna vez le diseñé un traje de Terminator. El hecho de ver mis diseños fuera de México es un orgullo, y verlos en WWE es un doble orgullo. Ver los comentarios de los luchadores es algo que a mí me dejaba frío. Otro trabajo que hicimos fue uno de arte huichol, y fue un parteaguas porque me dejó muy bien parado en todos lados”.
