Redacción / GRUPO CANTÓN
JALISCO.- Nada está dicho en la liguilla, luego de que en el partido de ida del Clásico de Clásicos empatara a ceros, por lo que será el fin de semana cuando en el Azteca se defina al primer finalista de la Liga MX.
Será Santa Úrsula la que decida. La pelea entre los dos titanes mexicanos fue pareja, sin errores y con pocas emociones, aunque, si hubo uno que estuvo más cerca, ese fue Guadalajara, que tendrá que viajar a un lugar donde se siente cómodo y que últimamente se le da bien. La capital rojiblanca podría ser la diferencia. Del otro lado, los cremas volvieron a carecer de profundidad, pero el empate le daría el boleto a la siguiente ronda.
Lo visto en el redil rojiblanco dejó un sabor agridulce a todos los presentes. Los aficionados, a diferencia de los clubes, supieron lo que se jugaba y llenaron la grada de emociones, cánticos y rivalidad.
Los primeros minutos beneficiaron a lo tapatíos. El chiverío pareció saberse favorito, por eso mostró hambre y presión alta, esa que tanto le costó al América contra Pachuca y Pumas.
El cuadro jalisciense corrió en todo momento y forzó errores. El primero fue de Ramón Juárez en un despeje largo del Tala Rangel. El central americanista dejó que la pelota picara, Ricardo Marín se hizo del esférico, frente a Malagón sólo pudo estrellársela en el cuerpo.
Después, Jona Dos Santos quiso despejar. La pelota volvió a quedarle a Marín. Ricardo, una vez más, la dejó en la defensa. André Jardine charló con su zaga a lo lejos, no se sintieron cómodos ante la verticalidad tapatía.
El encuentro avanzó lento, sin emociones y con diversos choques en medio campo, Érick Gutiérrez cayó en una disputa, su hombro lo resintió al punto de ser sustituido en el descanso. Otro que no volvió para el complemento fue Javairo Dilrosun. El neerlandés se perdió entre la marca de Castillo y Orozco Chiquete.
Con Quiñones en la cancha, el cuadro de Jardine tampoco reaccionó. Un pase largo dejó a Valdés solito. El andino la prendió directo a los patrocinadores. ¡Vaya falla!
Los técnicos movieron piezas. Chicharito Hernández fue lo más relevante del lado local, mientras que el Rayo Rodríguez apareció del otro. La batalla parecía que mejoraría, pero fue todo lo contrario.
El Akron alentó con todo. Chivas llegó a tener a las 11 Águilas en su propio terreno. La más emocionante fue el intento de remate de Hernández. La gente se levantó sin sentido, CH14 ni siquiera tocó el esférico.
No hubo más en Zapopan, Chivas y América igualaron con la promesa de que los goles llegarán en el estadio dos veces mundialista. Sí o sí el Azteca definirá al que avance de los dos colosos.
