CIUDAD DE MÉXICO.- La década de los ochenta quedó marcada por los nombres de Tommy Hearns, Marvin Hagler, Roberto Durán y Sugar Ray Leonard, quienes se enfrentaron entre sí y con sus espectaculares combates dotaron de una amplia credibilidad al boxeo.
Tres décadas después, a ese selecto grupo desean unirse el mexicano Saúl “Canelo” Álvarez y el kazajo Gennady “GGG” Golovkin, quienes el 16 de septiembre en Las Vegas, protagonizarán una pelea que buscará devolverle algunos puntos al boxeo, que perdió con la pelea-show entre Floyd Mayweather y el irlandés Conor McGregor.
“Esta es una pelea de la que el boxeo puede estar orgulloso”, dijo Golovkin en un entrenamiento al aire libre en Los Ángeles a dos semanas del combate.
“Esta es una pelea de verdad”, lo secundó el excampeón mundial Oscar de la Hoya, promotor de Álvarez y prácticamente aplazó un año la pelea para “calentar” el enfrentamiento y para que ambos llegarán en un momento clave en sus carreras.
El mexicano nunca rehuyó el combate y fue el principal interesado en que se celebrara, pero De la Hoya, actuó como un promotor experimentado y dejó que ambos cumplieran algunas peleas, con triunfos, para que su enfrentamiento llegara en una etapa cumbre para ambos.
UNA PELEA PARA MARCAR ÉPOCA
El enfrentamiento tomó cauce de manera natural entre boxeadores de peso mediano (entre 72,562 y 69,853 kilos, unas 160 y 154 libras) ya que, a diferencia de otros combates, los púgiles no pusieron condiciones especiales para intercambiar golpes.
Tras el retiro o bajón de grandes campeones como Juan Manuel Márquez, el filipino Manny Pacquiao o la ida y vuelta de Mayweather, quien sólo regresó para su particular duelo con McGregor, Álvarez y Golovkin tienen la responsabilidad de ofrecer un pelea que puede marcar época.
Aunque el enfrentamiento llegaría tarde o temprano, el CMB, con el reglamento en la mano, aceleró la rivalidad ya que en mayo 2016 desconoció como campeón al mexicano y reconoció al kazako como nuevo monarca absoluto y le entregó el título.
“Ese cinturón se lo regalaron a Golovkin y yo lo gané con mucho sacrificio, esfuerzo y sudor y cuando lo dejé vacante se lo dieron sin esforzarse”, dijo Álvarez en mayo antes de su triunfo ante su compatriota Julio César Chávez Jr.
“Esta pelea la ha estado pidiendo el público”, apuntó el “Canelo”, apodado así por el color su cabello, en aquella práctica en Los Ángeles.
De hecho, “Canelo” dijo que de vencer a Golovkin no aceptaría el título del CMB y el presidente del organismo, el mexicano Mauricio Sulaimán le reviró como advertencia que primero ganara el combate.
“Sé a quién tengo frente a mí, Golovkin es un peleador fuerte, es el oponente más peligroso de mi carrera, pero estoy listo para lo que viene”, apuntó Álvarez en Los Ángeles y anticipó que será una de las grandes peleas en la historia del boxeo.
En su turno, el kazajo, catalogó su combate ante Álvarez como “una pelea para la historia, una pelea real, al estilo mexicano y el mundo del boxeo la recordará”.
Gennady, entrenado por el mexicano Abel Sánchez, ha profesado su admiración por el estilo de pelea de los mexicanos y en especial el del gran campeón Julio César Chávez, quien en una entrevista prácticamente lo obligó a decir que la pelea acabaría por nocaut a su favor.
El combate se celebrará el 16 de septiembre, día de la Independencia de México, fecha en la que los promotores han aprovechado para colocar en sus carteleras a boxeadores mexicanos.
“Esta es mi pelea más grande. He trabajado duro para convertirme en campeón del mundo y trabajé duro para mantenerme campeón del mundo”, añadió el medallista de plata en peso medio en Atenas 2004.
BOLSAS MILLONARIAS
Pero el rubro en el que el triunfo está asegurado para ambos es en las bolsas. Se estima que Álvarez cobre más de 20 millones de dólares y Golovkin perciba 10 millones.
El combate será transmitido en 400 salas de cines en todo Estados Unidos y la Arena T-Mobile ofreció boletos entre 5 mil y 300 dólares que se agotaron hace dos meses y que a última hora se ofrecen en la reventa en más de 50.000 dólares.
Golovkin, de 35 años, llegará invicto con 37 triunfos, 33 antes del límite, y Álvarez, de 27 años, se presentará con 49 victorias, 34 por la vía rápida, una derrota y un empate.
El dominio y la experiencia del kazajo quedarán de manifiesto ya que subirá al cuadrilátero como campeón de peso mediano del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) y de la Asociación
Mundial de Boxeo (AMB) y de la Federación Internacional de Boxeo (FIB).
Además, el CMB distinguirá al vencedor con un cinturón conmemorativo decorado con arte huichol, pero el público y la crítica lo reconocerán como “el mejor boxeador del momento”, título que se ganaron a ley peleadores como Hearns, Hagler, Durán y Leonard.