Redacción / Grupo Cantón
Francia.- El equipo femenil de boxeo de Francia fue excluido del Mundial de Boxeo, que se celebra del 4 al 14 de septiembre en Liverpool, debido a un retraso en la entrega de los resultados de las pruebas de feminidad exigidas por la nueva federación internacional World Boxing.
“Con asombro e indignación, el cuerpo técnico del equipo de Francia se enteró, este miércoles por la noche, que las boxeadoras francesas no podrán participar en los primeros campeonatos mundiales organizados por World Boxing”, publicó la Federación Francesa de Boxeo (FFBoxe) en un comunicado oficial.
Las deportistas afectadas son Romane Moulai (-48 kg), Wassila Lkhadiri (-51 kg), Melissa Bounoua (-54 kg), Sthélyne Grosy (-57 kg) y Maëlys Richol (-65 kg), quienes tenían previsto competir tras una intensa preparación.
Polémica por pruebas de feminidad
La exclusión ocurre casi un año después del debate generado en los Juegos Olímpicos de París sobre el género de las boxeadoras Imane Khelif (Argelia) y Lin Yu-ting (Taiwán). A raíz de esa controversia, World Boxing hizo obligatorias las pruebas de feminidad en mayo de este año.
Sin embargo, en Francia estas pruebas están prohibidas por ley, salvo bajo condiciones médicas estrictas. Por ello, las boxeadoras solo pudieron realizarlas al llegar al Reino Unido, con la promesa de que los resultados estarían listos a tiempo.
La FFBoxe explicó que, siguiendo indicaciones de World Boxing, el equipo acudió a un laboratorio acreditado en el Reino Unido con garantías de entrega en el plazo requerido.
“A pesar de las garantías reiteradas, el laboratorio no entregó los resultados a tiempo”, denunció la federación.
Reacciones y críticas
Además del equipo francés, otras delegaciones extranjeras también fueron afectadas por retrasos en los resultados, aunque no se especificó su nacionalidad.
La boxeadora Maëlys Richol expresó su indignación en redes sociales:
“Después de un año entero de trabajo, nos encontramos excluidas no por una cuestión deportiva, sino por una gestión desastrosa e injusta. Es extremadamente difícil de soportar”.
La ministra de Deportes de Francia, Marie Barsacq, calificó la decisión como “inadmisible” y dejó entrever posibles acciones ante lo que considera una falta de respeto al trabajo de las atletas.