Por Jorge Sanén, Diputado de la Transformación
A siete años del inicio de la Cuarta Transformación, hablar de turismo en Quintana Roo es hablar de cambio real, de justicia social y de un modelo que hoy pone a la gente en el centro del desarrollo. Desde mi responsabilidad como diputado y como parte de este movimiento que nació del pueblo, puedo decir con certeza que el turismo de hoy ya no es el de antes: es un turismo que genera bienestar para quienes sostienen esta industria con su trabajo diario.
Bajo el liderazgo de nuestra Presidenta Claudia Sheinbaum, México ha consolidado una visión turística vinculada al desarrollo regional, la inclusión social y la sostenibilidad. En Quintana Roo esta visión se expresa en obras estratégicas, planeación responsable e inversión con sentido social. Proyectos como el Tren Maya y la modernización de infraestructura turística no sólo impulsan la llegada de visitantes, sino que detonan oportunidades económicas para comunidades enteras que durante décadas quedaron fuera del desarrollo.
Con nuestra Gobernadora Mara Lezama, hemos impulsado un modelo humanista que entiende que el turismo no puede medirse únicamente en ocupación hotelera o derrama económica, sino en calidad de vida. Hoy trabajamos para que las y los trabajadores del sector cuenten con mejores condiciones laborales, capacitación constante y mayores oportunidades; para que pequeñas cooperativas, emprendedores locales y proyectos comunitarios puedan integrarse a la cadena turística; y para que la riqueza que genera el turismo verdaderamente se refleje en bienestar para más familias quintanarroenses.
En estos siete años de Transformación hemos demostrado que crecer y distribuir mejor la riqueza sí es posible. Los beneficios comienzan a sentirse en colonias, comunidades rurales y zonas mayas, donde el turismo cultural, ecológico y comunitario abre nuevas rutas de desarrollo con identidad, dignidad y respeto al entorno.
Desde el Congreso del Estado he asumido el compromiso de impulsar leyes y reformas que refuercen este camino: cuidar nuestros recursos naturales, ordenar el desarrollo urbano, promover la inversión responsable y proteger los derechos de quienes forman parte del sector turístico. Nuestro deber es claro: legislar para que el turismo siga siendo una palanca de bienestar, no de desigualdad.
Estoy convencido de que Quintana Roo vive hoy uno de los momentos más importantes de su historia. Seguimos siendo el destino turístico más importante de México y uno de los más relevantes de América Latina, pero ahora avanzamos hacia algo más profundo: convertirnos en un ejemplo nacional de cómo el turismo puede transformar vidas.
La Cuarta Transformación se siente cuando el progreso llega a todos y no sólo a unos cuantos. Y en turismo, ese cambio ya está ocurriendo. Desde Quintana Roo seguiremos trabajando con amor al pueblo para que cada visitante sea también una oportunidad de justicia social, prosperidad compartida y desarrollo con dignidad para nuestra gente.