En todas las generaciones de egresados de Preparatoria, un porcentaje significativo no continúan sus estudios por diversas razones, una de ellas es el económico, es decir el estudiante de preparatoria al terminar opta por trabajar para contribuir con la economía familiar y pone en pausa sus estudios de Educación Superior.
Transcurrido el tiempo (a veces algunos años) muchos de ellos desean continuar con sus estudios, para superarse y aprovechar mejores oportunidades de empleo.
Sin embargo, su contexto ha cambiado, ahora tienen un empleo y disponen de menos tiempo, además tienen compromisos económicos y familiares específicos que deben atender.
Y cuando empiezan a pensar en continuar sus estudios la inseguridad aflora, piensan:
Pero… tengo mucho que no estudio ¿podré hacerlo? Y la respuesta contundente es: Por supuesto que sí puedes!!
Si tú o alguien de tu familia está en esta situación puedes tomar estos consejos para tomar la decisión una vez que tengas clara la profesión a la que te quieres dedicar:
- Asegúrate del acompañamiento que ofrece la Universidad durante tus estudios
- Pregunta cuál es la forma de prepararte con respecto al uso de la Tecnología
- Los horarios de clase que tendrás para combinar con tu trabajo
- La forma en la que serás evaluado en tus asignaturas.
- La duración del programa de estudios es a 3 o 4 años
- El programa de becas que tiene para apoyarte.
- Si cuenta con bolsa de trabajo
- Qué otras ventajas que te ofrece: Calidad Académica, oportunidades de desarrollo personal y profesional
- Calidad docente
Adicional es importante que si estudias lo que deseas es suficiente motivación para aprender, y que por esa razón todo lo que aprenderás te será de gran utilidad desde que inicias tus estudios.
Así, no importa la edad que tengas, ni el tiempo que haya transcurrido sin estudiar, lo importante es la ilusión y determinación para lograr ese sueño que se vio truncado en su momento.
Confía en ti, en tu potencial y en la Universidad que te apoyará en este proyecto tan importante de tu vida.
Ten en cuenta que el esfuerzo bien vale la pena, que los frutos llegarán y serás un gran ejemplo para tu familia y para quienes te rodean.
Decídete pues te lo mereces.
