Las elecciones del pasado domingo fueron históricas, según datos del propio Instituto Nacional Electoral (INE).
Se tuvo una participación del 63.4% , es decir 56 millones de mexicanos emitimos el sufragio para elegir a nuestro próximo presidente, que será Andrés Manuel López Obrador , del partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena); fuerza política que hace cuatro años no existía ni como asociación civil y mucho menos como partido político, ya que su registro fue precisamente un mes de julio, pero del 2014.
México también eligió el domingo pasado a los que serán sus representantes en el Congreso de la Unión. De igual manera, el tsunami Morena se llevó esa elección y por ende AMLO tendrá gran número de senadores y diputados, aliados que lejos de obstaculizar su camino le favorecerán para que pueda cumplir con mayor celeridad sus objetivos de gobierno.
Más allá de esta votación masiva en favor de Morena, la mayoría de los 56 millones de mexicanos que votamos también empezamos a tomar una decisión que en verdad nos hemos tardado y solapado por muchos años, que es el excesivo número de partidos políticos; mismos que son un lastre para los que nos esforzamos día a día para llevar a nuestros hogares comida y sustento.
Así pues, nuestro país también decidió ya no votar más por partidos que sólo son rémoras de otros y que viven de nuestros impuestos, pero que en la práctica sólo ven por su beneficio propio; olvidándose totalmente de la ciudadanía, de sus verdaderos patrones y los que pagan sus jugosos sueldos y mantenemos su vida de lujos a cambio de absolutamente nada.
Partidos como Encuentro Social (PES), que a pesar de haber formado alianza con Morena y Partido del Trabajo en las candidaturas federales, simplemente no fue del agrado de las mayorías.
Movimiento Ciudadano que todo y su canción “movimiento naranja”, de un ritmo muy pegajoso, no lo fue así para la mayoría que acudieron a las urnas a votar de forma inteligente, y no por una simple canción muy rítmica pero que en el fondo simplemente se trata de un partido más que no aporta gran cosa para el país.
Nueva Alianza, otra fuerza política que según sus orígenes es a través del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), es decir, los maestros de nuestra nación, algo aberrante simplemente ha venido sirviendo como rémora del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Otro instituto político es el Verde Ecologista de México (PVEM), con más años en este “negocio” en el año 2000 se alió con el Partido Acción Nacional para apoyar a Vicente Fox para terminar con 70 años de hegemonía priista.
Pero la historia ya la conocemos, ni Fox terminó con la hegemonía priista porque parece que nunca hubo cambio en el gobierno, y por otra parte el PVEM prosiguió traicionando a sus aliados y prostituyéndose por todo el país, incluso localmente en Quintana Roo. Donde su mandamás nacional, Jorge Emilio González, hizo pedazos al PRI, al quitarle la presidencia de la llamada “Joya de la corona” Benito Juárez. Hoy ese partido está al borde de la desaparición.
El que más llama la atención de los partidos que pueden perder su registro es el Partido de la Revolución Democrática (PRD), el otrora partido líder y poderoso de la izquierda mexicana que puso a temblar al PRI en la década de los noventa, con Cuauhtémoc Cárdenas. Y después en este siglo, pero bajo la figura de Andrés Manuel López Obrador, en las elecciones del 2006 y 2012.
Ahora puede estar en la tablita , la salida de AMLO del PRD por haber hecho el famoso “Pacto por México” con Enrique Peña Nieto, entre otros factores, y por ende la renuncia de decenas y decenas de militantes perredistas posterior al 2012, ha dado como resultado que millones de mexicanos le dieran la espalda a un partido que con tal de obtener poder, buscaba coaliciones con otras fuerzas partidistas aunque no llevaran una filosofía similar; eso para los solaztequistas era lo menos importante , tanto que hicieron alianzas con el PAN, es decir hicieron coalición la izquierda y la derecha. Pragmatismo puro.
Sólo resta esperar a que ninguno de los partidos antes mencionados logren el 3% en alguna de las elecciones federales; la chamba ya la estamos haciendo millones de mexicanos. Ojalá y haya sido suficiente para eliminar partidos que sólo viven del erario y nuestros impuestos.
México no necesita tantos partidos, considero que con tres son suficientes democráticamente, ya que más es un abuso. Por lo pronto México puso a varios partidos moribundos.