El pasado 2 de octubre de 2025, en el Centro Banamex en Ciudad de México fue testigo de un momento histórico para el sector inmobiliario: la Cumbre Inversiones Inmobiliarias se consolida como el evento inmobiliario más importante del país, que reunió a más de 9000 participantes entre profesionales del sector e inversionistas, donde se dieron cita para romper un “récord de ventas” favoreciendo a más de 200 desarrolladores del país, con la exposición de un sinfín de proyectos en su mayoría del Estado de Quintana Roo.
Lo que marcó la Cumbre
Desde conferencias magistrales de alto nivel hasta talleres especializados, la agenda estuvo diseñada para abordar los desafíos más vigentes del mercado: tokenización de propiedades, contratos inteligentes, crowdfunding inmobiliario, estrategias de marca personal y finanzas aplicadas al sector.
Expertos como Karla Huerta, Carlos Devis y Moris Dieck compartieron su visión sobre la disciplina del inversionista moderno.
Un dato significativo que se presentó en la Cumbre: actualmente en México solo el 4.5 % de la población recibe ingresos por rentas, frente a niveles previos de 12 %, lo que revela una brecha de oportunidad para los inversionistas bien preparados.
Se resaltó además el valor del activo inmobiliario como refugio ante la inflación, y cómo las propiedades cuando son bien elegidas y gestionada pueden preservar y multiplicar el patrimonio.
Más allá del contenido: experiencia y comunidad
El evento fue concebido en torno a cinco pilares: Inspirarse, Capacitarse, Conocer, Vender y Celebrar.
En la zona expo de 6 000 m², decenas de desarrolladores presentaron sus oportunidades, mientras que los asistentes tenían el reto de transformar la capacitación en acción mediante ventas directas.
El cierre musical fue el colofón de una jornada que buscó unir resultados con comunidad.
La Cumbre Inversiones Inmobiliarias, logró algo que pocos eventos del sector consiguen: ser más que un congreso, funcionar como catalizador de negocios.
Muchos asistentes salieron con no solo conocimiento, sino compromisos comerciales firmados, redes ampliadas e inspiración renovada.
En un contexto donde la economía global presiona tasas e inflación, el inmueble se reafirma como activo estratégico, pero dependerá de profesionales capaces de adaptarse, innovar y ejecutar con rigor, aprovechando las capacitaciones de este día.
En resumen: esta Cumbre fue una señal de que, para el sector inmobiliario mexicano, no basta ya con soñar oportunidades, sino con correr hacia ellas con herramientas, disciplina y redes.
Y quienes aprovechen hoy ese impulso podrían definir su rumbo para los próximos años.
