Voces

El 25-N nos convoca

Cada 25 de noviembre, el mundo entero recuerda que la violencia contra las mujeres no es un episodio aislado, sino una herida histórica que atraviesa generaciones.
Esta fecha tiene un origen profundo: el asesinato de Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, las hermanas dominicanas conocidas como Las Mariposas, asesinadas en 1960 por la dictadura de Rafael Trujillo.
Su valentía transformó su muerte en símbolo continental de resistencia y justicia.
En su memoria, la ONU declaró el 25 de noviembre como el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres.
Desde entonces, lejos de ser una fecha ritualizada, el 25-N es un recordatorio permanente de que la violencia no puede normalizarse ni posponerse.
México vive un momento histórico, Por primera vez está encabezado por una Presidenta de la República mujer, Claudia Sheinbaum, cuyo liderazgo coloca la igualdad sustantiva como prioridad nacional.
Su visión científica, social y humanista abre una etapa en la que los derechos de las mujeres ya no son un anexo de la agenda pública, sino uno de sus ejes centrales.
A nivel federal, la Secretaría de las Mujeres, bajo la conducción de Citlalli Hernández, fortalece esta visión con políticas nacionales que buscan prevenir, atender, sancionar y erradicar la violencia desde un enfoque integral y articulado.
Esta institución marca una ruta clara: ningún nivel de gobierno puede enfrentar este desafío solo; la coordinación es indispensable.
En Quintana Roo, el liderazgo de la Gobernadora Mara Lezama ha impulsado la consolidación de modelos de atención sensibles, humanos y comunitarios, colocando el bienestar de las mujeres y las niñas como prioridad transversal.
Es un trabajo que exige continuidad, profesionalización y colaboración permanente con todas las instituciones.
Desde el congreso del estado trabajamos para construir justicia desde la ley, para que el marco jurídico del estado responda a los desafíos actuales:
•fortaleciendo mecanismos de protección,
•armonizando nuestras leyes con estándares federales e internacionales,
•impulsando reformas para evitar la revictimización,
•promoviendo procedimientos más ágiles y con perspectiva de género,
•y garantizando que el derecho de acceso a la justicia sea real y no sólo formal.
Legislar sobre estos temas implica diálogo, sensibilidad y responsabilidad.
Se requiere construir acuerdos, escuchar a las organizaciones, trabajar con especialistas, colaborar con el Poder Judicial y vincularnos con el Poder Ejecutivo para que las leyes se traduzcan en políticas públicas efectivas.
¿Por qué importa el 25-N?
Porque esta fecha no es una ceremonia:
es una llamada a introspección colectiva.
El 25-N nos recuerda que la violencia contra las mujeres no se combate únicamente desde la indignación, sino desde:
•la educación,
•las instituciones,
•la cultura,
•la prevención,
•la autonomía económica,
•la justicia efectiva,
•y la participación ciudadana.
Nos recuerda que ningún avance es menor, pero que ningún avance es suficiente si todavía hay mujeres viviendo con miedo. La conmemoración no es un fin en sí mismo, sino un compromiso renovado para seguir construyendo un país donde todas puedan vivir libres, seguras y respetadas.
El 25-N nos convoca
Nos convoca a reconocer lo logrado, a fortalecer lo que funciona y a corregir lo que aún requiere atención.
Nos convoca a escuchar con empatía, actuar con responsabilidad y legislar con visión de futuro.
Nos convoca a tender puentes entre instituciones, comunidades y familias.
Nos convoca a recordar que la violencia contra las mujeres no es inevitable: es prevenible, atendible y erradicable cuando el Estado y la sociedad avanzan en la misma dirección.
Como Diputada, mi responsabilidad es seguir construyendo, desde la ley y desde el diálogo, un entorno donde cada mujer pueda ejercer su libertad sin temor.
Como sociedad, nuestra obligación es no guardar silencio y no normalizar la violencia.
El 25-N no es una fecha más:
es un llamado a actuar. Y todas y todos estamos convocados.
Publicado por
Javier