El sargazo es un reto que enfrentamos: un problema ambiental que amenaza nuestras costas, impacta en el turismo y preocupa tanto al gobierno como a miles de familias que viven de este sector. Sin embargo, en la Cuarta Transformación creemos que cada desafío es también una oportunidad. Lo que antes era un residuo sin destino, hoy puede convertirse en fuente de energía limpia.
En Cancún ya funciona la primera planta piloto de biogás a partir de sargazo en el mundo. Un proyecto que no solo representa innovación tecnológica, sino una nueva forma de entender el desarrollo: transformar un problema ambiental en una solución sostenible. Este modelo permite aprovechar el sargazo para generar energía renovable, reduciendo emisiones, mejorando la gestión de residuos y cerrando el ciclo hacia una economía verdaderamente circular.
El potencial es enorme. Quintana Roo cuenta con plantas de tratamiento de aguas residuales que, con adecuaciones técnicas, podrían incorporarse a este esquema. Aprovechar esa infraestructura, muchas veces subutilizada, significa producir energía limpia localmente, reducir la carga ambiental y mejorar la eficiencia del gasto público.
Apostar por el biogás no es un experimento: es una estrategia de futuro.
Significa rehabilitar lo que tenemos, aprovechar los recursos naturales de forma responsable y generar energía a partir de residuos que antes representaban un problema.
Este proyecto forma parte del Nuevo Acuerdo por el Bienestar y Desarrollo que impulsa nuestra Gobernadora Mara Lezama, donde la sostenibilidad no es un discurso, sino una guía de acción. El desarrollo de Quintana Roo debe estar vinculado con la protección del medio ambiente, la innovación y el bienestar social.
El biogás a partir del sargazo demuestra que la ciencia y la voluntad política pueden ir de la mano. Que un Estado puede ser competitivo sin renunciar a su riqueza natural. Que cuando el gobierno, la academia y el sector privado trabajan juntos, los problemas se transforman en soluciones reales.
El futuro no se espera, se construye y en Quintana Roo ya empezamos a hacerlo, con energía limpia, con innovación y con visión de justicia ambiental.