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diciembre 05, 2025

Voces

Cuando a México le va mal, el PAN aplaude

Por Óscar Rébora

Hay una mezquindad que ya no sorprende, pero sí indigna: la del PAN, que cada vez que México enfrenta un reto, aplaude desde la sombra y culpa al gobierno actual.
No hay tragedia, apagón o incidente que no intenten convertir en espectáculo político.
Solo basta ver cómo se lamen los bigotes cuando se apaga la luz en la Península de Yucatán. El pasado 26 de septiembre, más de 2.2 millones de personas en Quintana Roo, Yucatán y Campeche vivieron un apagón masivo. Familias sin agua, semáforos apagados, hospitales con plantas de emergencia y comercios paralizados.
Y, mientras miles de trabajadores de la CFE restablecían el servicio en tiempo récord, la diputada panista Noemí Luna —que ni siquiera es del sur del país— aprovechó el momento para escribir en X:
“¿Se imaginan 6 horas sin energía eléctrica en hospitales, escuelas, hoteles, industrias y restaurantes?
La inseguridad en colonias enteras en penumbra. El caos sin semáforos.
Eso vivieron ayer en Yucatán, Campeche y Quintana Roo por negligencia de CFE.

Qué desgracia es Morena.”
Ninguna palabra de empatía, ni una sola propuesta. Solo politiquería barata.
Pero conviene recordarle algo: los apagones en la Península no nacieron con la 4T.
Tienen historia, y su origen está en los gobiernos del PRIAN, que durante décadas apostaron por privatizar, no por planear.
Desde los años 90, la región depende de líneas de transmisión obsoletas de 400 kV, incapaces de soportar la demanda actual. Mientras el turismo crecía entre 5% y 7% anual, el PAN y el PRI ignoraron las advertencias técnicas y frenaron la inversión pública. El resultado fue un sistema saturado y frágil.
Con la Reforma Energética de 2013, el PAN y el PRI terminaron de debilitar a la CFE.
El saldo fue evidente:
● Se cancelaron proyectos estratégicos como el Yautepec–Ixtepec, que hubiera reforzado el abasto del sureste.

● Se endeudó a la empresa pública, generando pérdidas superiores a los 35 mil millones de pesos.

● Se mantuvieron plantas de generación fuera de norma, muchas rebasando su vida útil.

Así nos dejaron: con una red vulnerable a cada falla, y con un país obligado a importar energía.
Por eso, cuando el PAN señala con el dedo, lo hace para ocultar su propia sombra.
La 4T no niega los desafíos, los enfrenta.
El Plan de Expansión de Generación 2025–2030, impulsado por la presidenta Claudia Sheinbaum, contempla 22 mil millones de dólares en inversión energética. Y los resultados están a la vista:
✅ Nueve parques solares en la península.
✅ Refuerzos en transmisión y redes inteligentes para aumentar la capacidad de distribución.
✅ Un incremento del 20% real al presupuesto de la CFE respecto a 2018.
En 6 horas, el servicio se restableció al 100%. Eso no es negligencia: es eficiencia.
Mientras el PRIAN privatizó y endeudó, la 4T invierte, planifica y reconstruye.
Y mientras ellos celebran las fallas del país, nosotros trabajamos para resolverlas.
El sur-sureste no necesita oportunismo político, necesita energía y justicia.
Porque cuando el PAN aplaude que a México le vaya mal, lo que realmente celebra es su propia irresponsabilidad.

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