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diciembre 29, 2025

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Ambientalismo con resultados: cuando el Estado retoma la rectoría ambiental

Ambientalismo con resultados: cuando el Estado retoma la rectoría ambiental

Por Óscar Rébora Aguilera

Durante los gobiernos neoliberales la política ambiental fue simulación. Se hablaba de conservación mientras se debilitaba al Estado, se toleraba la depredación y se subordinaba la naturaleza a intereses privados. Ahora, bajo los gobiernos humanistas de la Cuarta Transformación el Estado se toma en serio la defensa del medio ambiente. En ese contexto, el 2025 representó avances serios que nos permiten afirmar, con hechos, que el Ambientalismo en la Cuarta Transformación existe y da resultados.

En Quintana Roo, bajo el liderazgo de la Gobernadora Mara Lezama, el cuidado del territorio dejó de ser retórica. Creamos el primer Centro de Monitoreo Ambiental y del Sargazo en América Latina, que permitió coordinar ciencia, Marina y municipios para recolectar más de 91 mil toneladas de sargazo, una de las mayores amenazas ambientales del Caribe. Dimos un paso más: pusimos en marcha la primera planta piloto de biogás a partir de sargazo, transformando un pasivo ambiental en una oportunidad de economía circular.

La defensa del patrimonio natural también exige decisiones firmes. En Cozumel, en conjunto con la ciudadanía, frenamos el proyecto del Cuarto Muelle para proteger los arrecifes del Sistema Arrecifal Mesoamericano. Además, en nuestras costas, impulsamos una de las temporadas más exitosas de conservación de tortugas marinas: 1,678 nidos protegidos y más de 142 mil crías liberadas, resultado del trabajo conjunto entre hoteles, sociedad civil y autoridades.

El ambientalismo verdadero también es justicia. En Quintana Roo, el maltrato animal se persigue como delito: 16 personas fueron sancionadas penalmente, algo inédito en nuestra historia. A nivel nacional, se aprobó en el Congreso de la Unión la Ley Mincho, poniendo fin a la explotación de mamíferos marinos y dando paso a una transición responsable que aquí, en Quintana Roo, ya estamos trabajando en equipo con los delfinarios y activistas para hacerlo ordenadamente poniendo en el centro a los mamíferos marinos.

Además, en Quintana Roo, demostramos que la participación social sí transforma realidades. Con Recicla por tu Futuro recuperamos más de 300 toneladas de residuos valorizables a cambio de despensas de alimentos, fortaleciendo la conciencia ambiental y, al mismo tiempo, la seguridad alimentaria de miles de hogares en nuestro estado. Desde la SEMA impulsamos más de 250 Comités de Protección Ambiental,mediante los cuales hicimos equipo con la ciudadanía en el cuidado del territorio. Cada ciudadano cuida ambientalmente de sus colonias y comunidades.

La Cuarta Transformación avanzó en la recuperación de la rectoría del agua con una reforma histórica a la Ley General de Aguas, que reconoce al agua como un bien público estratégico, prioriza el derecho humano al acceso y fortalece al Estado para corregir abusos heredados del modelo neoliberal. En Quintana Roo, esta visión se expresó con claridad en el caso de Aguakan, cuya concesión se amplió de manera irregular por más de tres décadas durante los gobiernos neoliberales, sin evaluación suficiente y con un historial de deficiencias en el servicio. Frente a esa herencia, la Gobernadora Mara Lezama tomó la decisión de revocar esa concesión irregular, colocando el derecho al agua y el interés público por encima del negocio privado. 

Además, México cumplió un compromiso climático clave al presentar su NDC 3.0 ante la COP en Brasil, el documento que fija las metas nacionales de mitigación y adaptación al cambio climático. En este proceso, Quintana Roo tuvo un papel activo a través de la Asociación Nacional de Autoridades Ambientales de los Estados (ANAAE), la cual actualmente preside desde mi persona, por lo que participé tanto en su presentación como coordinado la integración de los puntos de vista de los gobiernos subnacionales.

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El mensaje es claro: proteger la naturaleza no es frenar el desarrollo, es ordenarlo con justicia y visión de futuro; no es debilitar al Estado, es fortalecerlo para que cumpla su responsabilidad. El humanismo mexicano de la Cuarta Transformación entiende que no hay bienestar sin territorios sanos. En Quintana Roo lo estamos demostrando con hechos: sostenibilidad, participación social y decisiones firmes para cuidar hoy lo que también pertenece a las generaciones que vienen.

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