El histórico entrenador que llevó a México a conquistar la Copa Confederaciones de 1999 deja un legado imborrable en clubes como Puebla, Necaxa y América.
CIUDAD DE MÉXICO. — El futbol mexicano está de luto. Manuel Lapuente, exdirector técnico de la Selección Mexicana y uno de los entrenadores más exitosos en la historia del balompié nacional, falleció este sábado a los 81 años. Su trayectoria marcó una época y dejó huella con títulos emblemáticos en clubes como Puebla, Necaxa y América, además del histórico logro con el Tricolor en la Copa Confederaciones de 1999, donde México venció a Brasil.
Arquitecto del mayor triunfo de la selección mayor, Lapuente fue reconocido por su disciplina táctica, su carácter fuerte y su capacidad para formar equipos ordenados y competitivos. Su legado no solo se mide en trofeos, sino en generaciones de futbolistas que encontraron en él a un verdadero maestro del banquillo.
Su carrera como futbolista inició en 1964 con Monterrey, a los 20 años. Posteriormente jugó para Necaxa y Atlas, aunque su etapa más recordada como jugador fue con Puebla, el club de su corazón. En 1978, el mismo equipo le confió la dirección técnica, marcando el inicio de una brillante carrera en los banquillos.
Con Puebla, Lapuente conquistó el primer título de Liga del club en la temporada 1982-83 y, más adelante, la Copa México y el Campeón de Campeones. Durante los años 90 alcanzó su consolidación con el Necaxa, al frente de una generación dorada encabezada por Álex Aguinaga, Luis Hernández y Nicolás Navarro, logrando múltiples campeonatos nacionales.
En 1997 regresó al mando de la Selección Mexicana, con la que tuvo una destacada participación en el Mundial de Francia 1998 y consiguió la Copa Confederaciones de 1999, el título más importante en la historia de la selección mayor.
Ya en el nuevo milenio, llevó al América a romper una sequía de más de diez años sin título, coronándose en el Verano 2002. Sus últimos años en los banquillos los vivió con los equipos que marcaron su vida: Tigres, América y, finalmente, Puebla, donde se despidió del futbol profesional.
Manuel Lapuente será recordado como una figura fundamental en la historia del futbol mexicano, un técnico que unió disciplina, pasión y visión para transformar a cada equipo que dirigió. Su legado permanecerá vivo en cada estadio y en cada jugador que aprendió bajo su guía.