TULUM.- Un menor de 12 años fue asegurado por personal del Grupo Especializado en Atención a la Violencia Familiar y de Género (GEAVIG) mientras realizaba actividades de venta en la zona costera después de las 22:30 horas, un horario considerado de alto riesgo para niñas, niños y adolescentes. El caso volvió a evidenciar la presencia de menores trabajando en la franja turística, una problemática que se repite noche tras noche.
El niño, identificado con las iniciales J.A.H.L., caminaba acompañado de una mujer que afirmó ser su madre; sin embargo, no presentó ningún documento que acreditara el parentesco. Debido a esta situación, la intervención pasó de un llamado de atención a una acción de protección inmediata.
De acuerdo con la corporación, el menor ya había recibido advertencias previas por permanecer en la zona realizando actividades comerciales. Aun así, continuaba deambulando entre restaurantes, bares e incluso hoteles, en un entorno donde la música, las luces y la afluencia de turistas suelen invisibilizar la explotación infantil que ocurre a simple vista.
Tras la intervención, el menor fue trasladado a la Procuraduría de Protección de Niñas, Niños, Adolescentes y la Familia, donde se abrió un expediente para garantizar su integridad y determinar su situación familiar. Hasta ahora no se ha esclarecido quién es la mujer que lo acompañaba ni si forma parte de un esquema organizado que utiliza a menores para actividades comerciales en la vía pública.
Autoridades locales han señalado que este tipo de casos no son aislados. En distintos puntos de Tulum, sobre todo en la zona costera, es frecuente observar a niños vendiendo artesanías, pulseras o dulces a altas horas de la noche, pese a los riesgos asociados y a que la legislación prohíbe el trabajo infantil.
El rescate del menor reaviva la discusión sobre una problemática persistente: la explotación infantil como parte de una dinámica normalizada en un destino turístico de alta demanda. Aunque las intervenciones aumentan, expertos consideran que se requiere un enfoque integral que involucre a instituciones, comercios y ciudadanía para evitar que más niñas y niños sean expuestos a entornos que vulneran sus derechos fundamentales.