REDACCIÓN/ Fernando Morcillo
GRUPO CANTÓN
En Playa del Carmen hay constantes violaciones a los derechos humanos de la ciudadanía y hasta de los propios turistas por parte de los funcionarios públicos, todo ello en un manto protector institucional que garantiza la impunidad; lo anterior, no es un enunciado subjetivo, sino el resultado del simple análisis de varios hechos que han marcado a uno de los destinos turísticos más importantes del mundo; una municipalidad que recientemente ha violentado a un estudiante y a su madre por un acto de injusticia de parte de la propia autoridad.
En el desfile de los últimos hechos vergonzantes se encuentran los siguientes: a un reportero de CNN de nacionalidad chilena que llegó como turista, le sembraron droga, lo detuvieron policías municipales, lo llevaron a la Dirección General de Seguridad Pública, lo extorsionaron y le robaron su teléfono celular; al reportero de esta casa editorial, Fernando Morcillo, una funcionaria pública le arrebató sus herramientas de trabajo y lo agredió; a Quintana Roo Hoy, la propia alcaldesa, Laura Beristain lo señaló de “sicario” y a nuestro reportero de policiaca lo arrestaron injustamente.
A Carlos Sánchez Suárez, presidente de la Asociación de Empresarios Turísticos de la Riviera Maya también lo detuvieron sólo por el hecho de haber documentado la tardanza de los servidores públicos de la dirección de Ingresos y lo llevaron detenido.
La protesta del estudiante en huelga de hambre
Para exigir una disculpa pública de Leandro Barroso, el empleado de origen argentino de Laura Beristaín, un castigo a los policías que lo detuvieron sin motivos, y para que cese el hostigamiento contra su madre, quien además fue amenazada, Kosho, inició una huelga de hambre.
El joven de 22 años, al defender a su madre fue detenido porque el empleado de ayundantía ordenó la detención a Seguridad Pública.
Por ello, desde las 10:30 de la mañana de ayer inició la huelga de hambre y, desafortunadamente, hasta las 13:00 horas nadie del ayuntamiento salió a atender al joven que se mantenía de pie bajo los fuertes rayos del sol.
“Estaba llegando y un policía me dijo que me retirara del área, mi madre mal y yo saliendo ya dando espaldas pues el policía agarró y me agredió, me empujó”, expuso.
Instantes después, por un comentario del joven argentino que dijo que por este tipo de situaciones Playa del Carmen empeora, dio paso a la detención.
“Y dijo ‘deténganlo’, me lanzó a 12 policías y dije que no podían arrestarme, que me expresaba libremente; me golpearon el estómago. No ofendí a nadie, no los golpee, yo sólo vine a ver qué pasaba con mamá”.
Por lo anterior, indicó que su huelga la mantendrá hasta que el empleado extranjero “pida una disculpa pública; que los policías que me arrestaron sean castigados pues el oficial que mandó arrestarme dijo que lo golpee y es mentira, él me empujó y agredió. Y pido que no le revoquen el permiso a mi mamá pues la chantajearon, que si sigue apareciendo en los medios de comunicación le revocan el permiso”.