Quintana Roo

Vecinos de La Veleta denuncian abandono de sus calles pese a pagar impuestos

ROBERTO LEMUS / GRUPO CANTÓN

TULUM.— En la colonia La Veleta, una de las zonas con mayor crecimiento inmobiliario de Tulum, el desarrollo avanza a paso de inversión privada, mientras los servicios públicos se hunden entre el lodo. Las calles, muchas aún sin pavimentar, se han convertido en un laberinto de baches, charcos y montículos de tierra que ponen a prueba tanto a los vecinos como a los turistas que llegan a la zona.

A pesar de su cercanía con el centro y de ser considerada un polo clave para la expansión urbana y turística del municipio, La Veleta refleja el rostro más evidente del abandono institucional. Las lluvias bastan para volver intransitables sus calles y generar encharcamientos que duran días, sin que exista un sistema de drenaje o mantenimiento regular.

“Pagamos nuestros impuestos como todos, pero aquí nadie nos toma en cuenta. Hay días en que ni los taxis quieren entrar. Es triste que en un destino tan famoso tengamos que usar camionetas todo terreno para llegar a casa”, relató Javier Manzano vecino de la calle 10 Sur, quien asegura que el Ayuntamiento no ha realizado trabajos de rehabilitación en más de dos años.

El deterioro también afecta al sector del transporte, un conductor del sindicato Tiburones del Caribe, afirma que las condiciones de las calles incrementan los gastos de reparación. “Cada semana hay que arreglar algo: amortiguadores, llantas, rines. Es un gasto constante y nadie responde. Cuando llueve, no se sabe ni por dónde pasar”, señaló.

En los últimos cinco años, La Veleta ha sido epicentro del boom inmobiliario de Tulum: condominios, hoteles boutique y rentas vacacionales se levantan en cada esquina. Sin embargo, la infraestructura pública quedó rezagada. No hay banquetas continuas, la iluminación es deficiente y la pavimentación brilla por su ausencia.

Vecinos aseguran haber entregado oficios y solicitudes a la Dirección de Obras Públicas, pero ninguna ha recibido respuesta. Mientras tanto, los visitantes deben sortear charcos y piedras para llegar a sus alojamientos, una escena que contradice por completo la imagen de lujo y modernidad que el gobierno municipal promueve del destino.

Lo que alguna vez fue proyectado como una zona modelo de urbanización sostenible se ha convertido en un símbolo del descuido administrativo. La falta de planeación y el desinterés del Ayuntamiento han erosionado la confianza de los residentes, quienes ahora exigen acciones concretas.

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Publicado por
Adri