Roberto Lemus / Grupo Cantón
El precio base de una cremación es de 15 mil pesos, mientras que el de una inhumación (entierro) asciende a 13 mil 500 pesos
TULUM.— En Tulum, hasta la muerte tiene un alto costo. Los servicios funerarios y de sepultura en el municipio pueden superar los 21 mil pesos, una cifra que para muchas familias representa una carga económica imposible de cubrir sin endeudarse o recurrir a colectas.
De acuerdo con información proporcionada por la funeraria Sánchez Villafaña, uno de los servicios más solicitados en el municipio, el precio base de una cremación es de 15 mil pesos, mientras que el de una inhumación (entierro) asciende a 13 mil 500 pesos, sin incluir el pago del espacio en el panteón municipal.
Este último trámite, gestionado directamente con la Tesorería del Ayuntamiento de Tulum, tiene un costo aproximado de 7 mil 700 pesos por la asignación de lote.
En total, un servicio completo de sepultura ronda los 21 mil 200 pesos.
El paquete funerario básico incluye el traslado del cuerpo dentro del municipio, embalsamamiento, ataúd sencillo, carroza, preparación para la despedida, trámites legales y permisos para cremación o entierro.
Sin embargo, cualquier mejora —como un féretro de mejor calidad o una urna especial— incrementa los costos de forma significativa.
“En Tulum, la cremación suele ser la opción más práctica porque evita los gastos del cementerio y del mantenimiento del espacio. Además, las familias pueden conservar o esparcir las cenizas donde prefieran”, explicó un representante de la funeraria.
El Ayuntamiento de Tulum, a través de la Dirección de Panteones y Servicios Públicos, recuerda que todos los familiares deben regularizar la documentación de los difuntos que ya se encuentran sepultados, presentando acta y certificado de defunción, orden de inhumación, identificación oficial y una fotografía de la bóveda.
Este proceso busca mantener actualizado el registro y evitar problemas legales o exhumaciones no notificadas.
Además, el municipio advierte que, según la ley estatal, después de seis años puede autorizarse la exhumación de restos si el espacio no ha sido renovado o regularizado. Por ello, los trámites administrativos se han vuelto obligatorios para conservar la certeza sobre los espacios funerarios.
Habitantes consultados expresaron su preocupación ante los altos costos que implica despedir a un ser querido en un destino turístico donde todo parece tener un precio elevado.
“Aquí es caro vivir y hasta morir. Si no tienes dinero, no hay forma digna de despedir a tu familia”, dijo María de los Ángeles, vecina de la colonia Tumben Ka.
Mientras tanto, el viejo panteón municipal sigue saturado y los costos de los servicios funerarios se mantienen fuera del alcance de muchas familias locales, que deben recurrir a préstamos o campañas solidarias. En Tulum, incluso la muerte se ha convertido en un lujo.
