Roberto Lemus / Grupo Cantón
“720 profesionales están marcando la pauta en corretaje, ventas, promoción de desarrollos y gestión de inversiones”
TULUM.– Si algo está cambiando el panorama inmobiliario en la Riviera Maya, no son solo los megaproyectos turísticos o los nuevos desarrollos de lujo: es la creciente presencia de mujeres en posiciones clave del sector.
Desde Tulum hasta Puerto Morelos, pasando por Playa del Carmen, ellas están tomando el mando, ocupando espacios y rompiendo esquemas en una industria históricamente dominada por hombres.
“No tengo un número exacto, pero te aseguro que hoy somos mayoría. A donde vayas, verás mujeres liderando, proponiendo, organizando. Y eso me encanta, porque llegamos con ideas, con ganas de aportar”, afirma Celeste Marchesini, directora de Promoción Nacional de AMPI y enlace de Mujer AMPI Tulum.
De acuerdo con la entrevistada, actualmente hay alrededor de 1,200 empresarios afiliados a la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI) en esta zona del Caribe mexicano, y se estima que más del 60% de ese universo ya está compuesto por mujeres.
Es decir, al menos unas 720 profesionales están marcando la pauta en corretaje, ventas, promoción de desarrollos, gestión de inversiones, administración y urbanismo.
Celeste ha sido testigo directa de este cambio. Asegura que a partir del 2020, muchas mujeres llegaron a la región como nómadas digitales, en busca de nuevas oportunidades laborales, y terminaron estableciéndose.
Hoy, esas mismas mujeres se han convertido en restauranteras, hoteleras, ingenieras y, sobre todo, brokers y asesoras inmobiliarias.
“La sección de Playa del Carmen fue reconocida recientemente como la de mayor crecimiento en todo México. Y mucho tiene que ver con la fuerza femenina que ha tomado el sector. En eventos en Cancún, Playa o Tulum, ves que ya somos mayoría”, afirma.
La transformación no solo es cuantitativa, sino cualitativa. Las mujeres están renovando la forma de hacer negocios: hay más trabajo en equipo, enfoque humano, redes de apoyo entre colegas y un impulso genuino por construir comunidad.
“Aquí nadie viene solo a vender. Las mujeres preguntan: ‘¿cómo te ayudo?’, ‘¿qué podemos aportar juntas?’. Eso cambia todo”, sostiene Marchesini.
Aunque aún hay retos como el acceso igualitario a puestos directivos o el reconocimiento profesional, las mujeres están tomando el protagonismo con pasos firmes.
En un entorno marcado por el crecimiento acelerado y la alta competitividad, han sabido posicionarse no solo como vendedoras, sino como líderes de proyectos, generadoras de confianza y voceras del desarrollo responsable.
