Redacción / Grupo Cantón
Con más de 11 kilómetros y técnicas constructivas inéditas en México, el proyecto entra en su fase final rumbo a su inauguración, prometiendo reducir tiempos de traslado y fortalecer la resiliencia ante huracanes
Cancún.- A unos días de su inauguración, programada para diciembre de 2025 y ahora para enero de 2026, el Puente Nichupté se prepara para convertirse en la infraestructura más ambiciosa jamás construida en Cancún y en uno de los proyectos más complejos del país. Con más de 11 kilómetros de longitud, esta obra no solo será el puente más largo de México, sino también un eje estratégico para resolver uno de los mayores desafíos urbanos del destino turístico: la movilidad.
Durante más de cuatro décadas, Cancún creció dependiendo únicamente de dos accesos hacia la zona hotelera, Kukulcán y Bonampak. Ese cuello de botella—saturado diariamente por trabajadores, turistas, unidades de transporte y servicios—se volvía una amenaza cada vez que un huracán ponía en alerta a la ciudad. La falta de rutas alternas convertía cualquier evacuación en un riesgo mayor. El Puente Nichupté nació precisamente para enfrentar ese problema histórico.
Construirlo, sin embargo, fue un reto monumental. Levantar una estructura de más de 11 kilómetros sobre la laguna Nichupté—un ecosistema protegido con manglares, corrientes cambiantes y condiciones ambientales extremas—obligó a los ingenieros a rediseñar casi todas las técnicas tradicionales de infraestructura. No se podía excavar, rellenar, desviar ni destruir el humedal. La única opción era innovar.
Fue así como surgió un modelo constructivo sin precedentes en el país: plataformas elevadas top-down, pilotes marítimos instalados desde barcazas especializadas, vigas ensambladas en sitio y un arco metálico capaz de resistir huracanes categoría 5. Cada avance requirió precisión quirúrgica y un trabajo coordinado entre ingenieros, biólogos, especialistas en estructuras marinas y técnicos con experiencia en plataformas petroleras.
El resultado es una obra que hoy registra más del 90% de avance, con seis frentes activos, cientos de obreros y maquinaria operando día y noche para cumplir la fecha anunciada. Aunque aún faltan pruebas de carga, señalización, ajustes en rampas y acabados en el viaducto metálico, el proyecto avanza ya en su fase decisiva.
Una vez inaugurado, el Puente Nichupté transformará por completo la movilidad de Cancún. Reducirá tiempos de traslado de hasta 90 a solo 30 o 40 minutos, aliviará la presión sobre el bulevar Kukulcán y representará una alternativa segura y directa para miles de trabajadores que diariamente se desplazan entre la ciudad y la zona hotelera. Además, su carril reversible inteligente, dotado de sensores, paneles electrónicos y monitoreo en tiempo real, permitirá operar con mayor fluidez en horas pico y ofrecer una vía de evacuación crítica ante huracanes categoría 4 o 5.
La obra no solo promete mejorar el tránsito. También tendrá un impacto económico significativo. Al reducir tiempos de desplazamiento y mejorar la conectividad, facilitará la operación hotelera, optimizará traslados turísticos, atraerá inversión inmobiliaria y fortalecerá la competitividad del destino. Para Protección Civil, será un parteaguas en la capacidad de respuesta y evacuación de miles de personas.
Su contribución ambiental también es central. El proyecto fue diseñado para minimizar afectaciones al manglar, evitar descargas contaminantes, mantener el flujo natural del agua y habilitar una ciclovía sustentable. La estructura integra iluminación inteligente, drenaje pluvial controlado, sensores de vibración y cámaras conectadas al C4, lo que la convierte en una autopista vigilada y monitoreada 24/7.
A días de su inauguración, el Puente Nichupté representa más que un nuevo corredor vial: simboliza una nueva etapa en la infraestructura mexicana. Una obra que demuestra que es posible construir grande sin destruir el entorno; innovar sin renunciar a la protección ambiental; y entregar una solución estratégica para una ciudad que, por décadas, vivió al borde del colapso. Conectará dos mundos que estuvieron separados por tráfico, distancia y vulnerabilidad, y abrirá la puerta a un Cancún más seguro, más ordenado y más preparado ante los desafíos del futuro.
Será gratuito y en enero lo inauguran
Redacción / Grupo Cantón
El Puente Vehicular Nichupté, una de las obras más importantes de movilidad para Cancún, podría inaugurarse hasta enero de 2026 y no en diciembre como se tenía previsto. Así lo confirmó la gobernadora Mara Lezama, quien explicó que actualmente el proyecto se encuentra en su fase final, afinando detalles antes de su apertura.
“Se están afinando los detalles; es una obra enorme, yo creo que en el mes de enero se estará inaugurando”, declaró la gobernadora, quien agregó que los trabajos avanzan con normalidad, aunque la magnitud del proyecto ha requerido extender ligeramente la fecha prevista.
Mara Lezama también llamó a la ciudadanía a no dejarse engañar por rumores que aseguraban que el uso del puente tendría un costo para los automovilistas. Reafirmó que el Puente Nichupté será completamente gratuito y que no operará bajo esquema de peaje.
“Siempre dijimos que fuera gratuito y así será”, subrayó, recordando que durante la administración estatal anterior se planteó la posibilidad de que funcionara mediante cuota. Sin embargo, esa propuesta fue descartada al presentarse el proyecto al entonces presidente Andrés Manuel López Obrador, quien también respaldó mantenerlo libre de cobro.
El Puente Nichupté fue anunciado a inicios de 2022 como infraestructura prioritaria para mejorar la movilidad entre la zona hotelera y el centro de Cancún. A lo largo de 2024 y 2025 se han dado varias fechas tentativas de inauguración, incluyendo diciembre de este año. Sin embargo, la apertura se recorrerá nuevamente para enero de 2026, a fin de asegurar que la obra entregue condiciones óptimas de operación y seguridad.
De acuerdo con el titular de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), Jesús Antonio Esteva Medina, el proyecto supera el 90% de avance. Durante una reciente supervisión de la construcción, aseguró que la obra estaba programada para inaugurarse en diciembre, aunque ahora la gobernadora confirmó el ajuste del calendario.
El Puente Vehicular Nichupté conectará de manera directa la zona hotelera con el centro de la ciudad, y está concebido para reducir tiempos de traslado, mejorar la movilidad turística y servir como vía estratégica en casos de emergencia, especialmente durante la temporada de huracanes.

