Mario Morales / Grupo Cantón
El padre asegura que el conflicto legal no es un pleito entre adultos, sino un proceso para proteger al menor.
Playa del Carmen.- Ernesto Becerra Pliego, quien fuera denunciado por violencia vicaria por su ex pareja, Grisel Balderas, a quien él denunció por violencia familiar, alegó que el litigio que mantienen no es un pleito entre adultos, sino en defensa de su hijo, quien es la verdadera víctima.
Grisel Balderas inició un plantón en los tribunales orales de Playa del Carmen, la semana pasada, para denunciar la falta de avance en su denuncia por violencia vicaria, además de indicar que ya ha pasado seis años sin custodia de su hijo. En respuesta, su ex pareja decidió salir a dar la cara y dar a conocer su lado de la historia.
“Grisel intenta secuestrar y manipular la justicia”, alegó este hombre, originario de la Ciudad de México, pero residente de Playa del Carmen desde hace 17 años. “Ha existido presión política-social por parte de grupos feministas. No tengo nada en contra de ellos, pero sí de que se manipule y que no se diga la verdad”.
En entrevistas, Ernesto Becerra alegó que él tuvo que recuperar a su hijo en San Luis Potosí, luego que fuera sustraído por su abuela materna. Al traerlo a Playa del Carmen, descubrió que él no había sido enrolado en ninguna escuela.
“El derecho a la educación es constitucional”, alegó. “la madre afirma que le daba ‘home school’ (clases en casa), pero incluso así debiera existir un registro y exámenes”.
El menor tuvo que ser normalizado a través del Instituto Estatal para la Educación de Adultos, para después ser enrolado en una escuela secundaria.
De acuerdo al padre, su hijo vivió ocho años de violencia, con golpes, palabras e insultos, razón por la que interpuso una denuncia por violencia familiar, proceso que no avanza, debido a las “tácticas dilatorias” de la imputada, como ausentarse a las audiencias, cambiarse de abogado o alegar que necesita la presencia de un psicólogo.
Sin embargo, al ser cuestionado sobre el proceso que se lleva en contra suya, por violencia vicaria, Ernesto Becerra Pliego admitió que tampoco se presenta a esas audiencias, aunque afirmó que es porque trabaja, o porque no le brindan suficiente plazo.
El ciudadano afirmó que ya fue eximido de esta conducta, en una larga audiencia con testigos y psicólogos, en donde peritajes mostraron que el niño no sufría violencia por parte del padre, sino de la madre.
“Esto fue hace dos años, y seguimos en esta lucha, tratando de cerrar estas carpetas”, comentó, añadiendo que finalmente tiene una fecha de juicio, para el inicio del año próximo.
Es debido a la proximidad de esa fecha que su ex pareja ha iniciado su plantón, argumentó, para tratar de “bajar” esa carpeta por violencia familiar.
El denunciante afirmó que la única convivencia que tiene su hijo con Grisel y con su hermano es en el Centro de Convivencia Familiar, o en línea, pero señaló que eso es por elección del menor, pues solo allí se siente seguro.
Finalmente, Ernesto Becerra dijo saber que su ex pareja que su caso no ha sido tratado con perspectiva de género, pero recalcó que ante la ley todos son iguales, sea el imputado un hombre o mujer.
“Yo no soy la víctima, la víctima es un menor; esto no es un pleito entre adultos”, aseveró.
Cabe destacar que diversas asociaciones feministas, a través de un pronunciamiento, señalaron que existen dictámenes y evidencias de violencia vicaria en este caso, los que han sido excluidos del proceso.

