Manuel Baeza / Manuel Chan Uicab / Ángel Canul / Grupo Cantón
Miles de feligreses en Cancún, Holbox y Felipe Carrillo Puerto participan en peregrinaciones, novenas y festividades en honor a la Virgen de Guadalupe
Cancún.- El 12 de diciembre representa una de las fechas más significativas en el calendario católico de México, día en que millones honran a la Virgen de Guadalupe con profundo fervor y gratitud por los favores recibidos.
En Cancún, esta devoción se manifiesta con especial intensidad, donde desde niños hasta adultos se congregan en diversos centros religiosos para cumplir promesas y agradecer a la Morenita del Tepeyac.
El Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, ubicado en la Supermanzana 63, se erige como el recinto guadalupano más importante de la ciudad, atrayendo a miles de fieles.
Desde los primeros minutos de este 12 de diciembre de 2025, los peregrinos comienzan a llegar, llenando el lugar de oraciones, cantos y ofrendas que se extienden hasta entrada la noche.
Personas de todas las edades acuden con historias personales de fe, portando rosarios, imágenes y veladoras para expresar su agradecimiento por milagros concedidos a lo largo del año.
Muchas familias enteras participan, transmitiendo la tradición a las nuevas generaciones y fortaleciendo los lazos comunitarios en torno a esta celebración mariana.
A las afueras del santuario, un importante número de vendedores ambulantes se instala desde temprana hora, ofreciendo una variedad de productos religiosos y festivos.
Entre los artículos más demandados destacan imágenes de la Virgen, rosarios, flores, dulces típicos y alimentos calientes para sobrellevar las largas esperas.
Esta concentración masiva no solo resalta la devoción católica, sino también el impacto cultural y social que la Guadalupana ejerce en la identidad de los cancunenses.
La jornada del 12 de diciembre en el Santuario de la Supermanzana 63 ejemplifica cómo, año tras año, la fe une a la comunidad en un evento de gratitud colectiva y esperanza renovada.
Devoción en el hogar: Beatriz de la Cruz mantiene viva la tradición de las novenas guadalupanas en Cancún
Manuel Baeza
Cancún.- Beatriz de la Cruz, devota nochera y organizadora de novenas en honor a la Virgen de Guadalupe, abre cada año las puertas de su casa en la Supermanzana 68 para recibir a familias que comparten el mismo fervor guadalupano.
Durante los días del 1 al 12 de diciembre, su hogar se convierte en un espacio de oración y convivencia, donde se reúnen vecinos y conocidos para rezar el rosario y cantar las mañanitas a la Morenita del Tepeyac.
Con más de 10 años como organizadora, Beatriz lamenta que esta tradición familiar se haya ido perdiendo en muchos hogares, pero en su caso particular, la mantiene viva con entusiasmo y dedicación.
Cada año observa cómo algunas familias repiten su asistencia, otras se alejan, pero siempre se suman nuevas, renovando el círculo de fe y comunidad en el barrio.
A nivel personal, Beatriz expresa su gratitud constante por tener vida y salud, lo que le permite seguir organizando estas actividades que fomentan la tradición y el amor hacia la Madre de Dios.
Señala que mantendrá esta costumbre por muchos años más, si Dios se lo permite, reuniendo en oración a las familias de Cancún y fortaleciendo los lazos espirituales.
Para la noche de este 12 de diciembre de diciembre de 2025, que culminará las novenas, se prepara un festejo con todos los asistentes a la última sesión dedicada a la Virgen de Guadalupe.
Tras el rezo, como es costumbre, se realizará el “toch”, momento de compartir alimentos entre los presentes para cerrar con alegría la devoción.
Entre los platillos que se ofrecerán destacan tamales, arroz con leche, atoles, café, pan, dulces y espagueti, símbolos de generosidad y unión familiar.
La iniciativa de Beatriz de la Cruz resalta cómo, en medio de la modernidad de Cancún, persisten tradiciones que nutren el espíritu y preservan la identidad cultural mexicana en honor a la Guadalupana.
Fervor guadalupano en Cancún: Trabajadores hoteleros mantienen tradición de más de 20 años
Manuel Baeza
Cancún.- Víctor Moguel Madero, empleado del sector hotelero en el resort Moon Palace de Cancún, comparte su profunda devoción a la Virgen de Guadalupe, participando activamente desde hace más de dos décadas en las caravanas anuales organizadas por sus compañeros.
Cada año, alrededor de 300 personas se congregan con un fervor inquebrantable para realizar el recorrido hacia el Santuario Diocesano de Nuestra Señora de Guadalupe, ubicado en la Supermanzana 63 de esta ciudad.
Este trayecto, lleno de cantos, oraciones y ofrendas, culmina en el santuario donde los peregrinos llegan para dar gracias por los milagros recibidos y renovar su fe.
Moguel Madero relata que él y sus compañeros del Moon Palace se unen a esta tradición como una forma de expresar gratitud y fortalecer los lazos comunitarios en medio de la exigente labor hotelera.
Aunque las peregrinaciones del sector turístico suelen partir desde la Zona Hotelera, los trabajadores de distintos resorts, incluyendo el Moon Palace, integran contingentes que reflejan la diversidad de la industria.
Cada participante lleva en su corazón peticiones personales y experiencias únicas, desde sanaciones hasta protecciones familiares, que motivan su entrega en la caminata.
A nivel individual, Víctor Moguel destaca que su devoción es diaria: “Cada día me levanto agradeciendo a Dios y a la Virgen por tener salud”, manifiesta con emoción.
Esta práctica personal se entrelaza con la colectiva, recordando que la fe guadalupana une a los cancunenses más allá de sus ocupaciones.
En el contexto de las celebraciones del 12 de diciembre, el Santuario de la Supermanzana 63 recibe miles de feligreses, con caravanas que parten de diversos puntos de la ciudad.
La tradición de Víctor Moguel Madero ejemplifica cómo la Virgen de Guadalupe sigue siendo un pilar espiritual para los trabajadores de Cancún, inspirando perseverancia y esperanza en su vida cotidiana.
Antorchistas de Felipe Carrillo Puerto cumplen su promesa a la Guadalupana
Manuel Chan Uicab
FCP.- Con devoción reciben a Antorchistas Guadalupanos del municipio de Felipe Carrillo Puerto, quienes han empezado a llegar a sus comunidades de origen luego de recorrer por promesa la basílica de Guadalupe y diversos puntos de la república mexicana.
Cada comunidad o ciudad en la que llegan se convierte en un faro de fe y esperanza para los peregrinos, lugares que han recorrido en bici, moto o corriendo y en los que han sido recibidos, les han dado techo y comida.
“En cada rincón recorrido, el gran corazón de la gente iluminó nuestro camino. Reciban nuestra gratitud infinita por abrir sus puertas a la Antorcha. Su hospitalidad es un gran testimonio de amor y fe”, mencionaron peregrinos de Laguna Kaná.
Otra de las muchas historias que se hilvanan en esta tradición guadalupana se encuentra el testimonio de Santiago Caamal, un Guadalupano procedente de Tixcacalguardia quien para cumplir con su promesa recorrió en bicicleta, de ida y vuelta de su pueblo ubicado en el municipio de Felipe Carrillo Puerto Quintana Roo hasta El Cabo San Lucas, Baja California Sur y esta noche llega a su pueblo en donde su familia y pueblo lo espera.
En esta ciudad de Felipe Carrillo Puerto, de día y de noche han estado llegando Antorchistas guadalupanos quienes después de la misa de bendición en la iglesia de Guadalupe continúan su destino.
Muchos llegan hoy, mientras que otros llegaran este viernes por la noche para entrar a la ciudad como cada año sellando una promesa de fe y devoción cumplida.
Antorchistas y jóvenes de Nolo celebran la fe y la hospitalidad de Holbox durante su peregrinación
Ángel Canul
Kantunilkín.- Dos jóvenes de la ranchería de Nolo del vecino estado de Yucatán, explicaron que por ocho años de manera consecutiva acuden en la isla de Holbox a bicicleta para cumplir con su promesa en honor a la virgen del Tepeyac.
Ante esa situación Jeremy Canul Ake, resaltó que su fe hacia la virgen de Guadalupe es inigualable, porque en esos ocho años de travesía se ha traducido en salud y bienestar hacia su familia, de tal forma afortunadamente jamás han sufrido un accidente.
Resaltó que su pasó a Kantunilkín, se han topado con familias que los invitan a comer en los lugares donde realizan las festividades de la virgen de la inmaculada concepción, en la que consideran que es gente hospitalaria.
Aunque dijo que, en el trayecto, porque la ranchería de Nolo, está a unos kilómetros de Mérida Yucatán, se topan con un sinfín de Antorchistas que acuden en diversos puntos para venerar a la virgen del Tepeyac, patrona de México.
Y es que varias familias de las colonias populares de Kantunilkín, festejan a la virgen morena, donde realizan la matanza de cerdos y se degusta la cochinita en pibil y el tradicional relleno negro.

