Jazmín Ramos / GRUPO CANTÓN
CANCÚN.- La presidenta de la Asociación Nacional de Abogados de Empresa (ANADE) en Quintana Roo, Estrella Ríos Pérez, alertó de la presencia de coyotes en las dependencias de los tres órdenes de gobierno que prometen a los desarrolladores agilizar trámites y solamente los timan perdiendo no solo dinero, sino también tiempo para ejecutar sus proyectos.
En entrevista, explicó que lamentablemente se han incrementado los casos de empresarios que han sido defraudados por intentar agilizar sus procedimientos, de ahí la importancia de asesorarse con personal certificado y capacitado en relación con el marco legal que rige al sector inmobiliario para no realizar operaciones riesgosas.
Dijo que ante el boom que tiene el sector de bienes raíces, cada día se suman nuevos desarrolladores, pero por el desconocimiento al marco regulatorio de la actividad caen en manos de coyotes que prometen destrabar los permisos de una forma rápida, pero una vez que paga desaparecen.
“El sector está regido por un marco regulatorio, que todo aquel que se involucre en la actividad los debe conocer y asesorarse adecuadamente porque si no caen en operaciones de alto riesgo y después no solo se pierde dinero, sino que puede retrasar los proyectos o en el peor de los escenarios no poderlos ejecutar”.
Añadió que han detectado un incremento de empresarios mal informados y asesorados que se avientan a un proyecto sin conocer las reglas que regulan al sector, entonces todo lo quieren rápido y por ignorancia cae con gente que se apuesta afueras de las oficinas de gobierno a estafar.
Comentó que el reto que enfrentan los empresarios que ingresan al sector, es conocer las leyes que los rigen, explorar el mercado y capacitarse, pues de lo contario seguirán cayendo en errores por acción u omisión, la mayoría sin dolo y sin mala fe.
“Este crecimiento inmobiliario, sobre todo en Tulum, está despertado un interés por la industria de manera desmedida, tan es así, que hay empresarios que un día despertaron y dijeron quiero ser desarrollador, sin conocimiento alguno del mercado y obviamente caen en operaciones riesgosas”.
Insistió en que hay un claro desconocimiento e ignorancia de las obligaciones que los desarrolladores tienen, por lo tanto, son presa facial de asesores fraudulentos o coyotes que les piden dinero para arreglarles los trámites y luego desaparecen, esto lamentablemente va en ascenso.