Manuel Baeza / Grupo Cantón
El administrador apostólico de la Diócesis Cancún-Chetumal, monseñor Pedro Pablo Elizondo Cárdenas, invitó a reflexionar sobre el nacimiento de Jesucristo.
Chetumal.- En un poderoso mensaje navideño, el administrador apostólico de la Diócesis Cancún-Chetumal, monseñor Pedro Pablo Elizondo Cárdenas, exhortó a las familias quintanarroenses a pausar el ritmo frenético de la vida moderna, lleno de vanidades, distracciones y entretenimientos, para dedicar tiempo a contemplar el profundo misterio del nacimiento de Jesucristo y de la Sagrada Familia.

El prelado enfatizó que, en medio del estrés y el acelere cotidiano, es esencial frenar durante la Navidad para ponerse en adoración y meditación ante la cueva de Belén, donde Dios se hizo hombre para formar una familia y experimentar personalmente la ternura de una madre, el cuidado protector de un padre y la fragilidad de un bebé recién nacido.
Monseñor Elizondo Cárdenas profundizó en cómo Jesucristo, al crecer en Nazaret, se sometió con respeto y obediencia a San José y la Virgen María, ofreciendo un ejemplo perfecto para los hogares actuales, donde los padres se ocupan en educar a sus hijos en edad, sabiduría y gracia, fomentando valores de respeto, cariño y amor que deben reinar en toda familia.
Destacó que los niños, a su vez, encuentran en el Niño Jesús un modelo insuperable de obediencia y sumisión a los padres, invitando a las familias de Quintana Roo a imitar estos ideales para contrarrestar las presiones del mundo contemporáneo y fortalecer los lazos familiares en torno a la fe.
En el contexto del año 2025, que marca los 1700 años del Concilio de Nicea, el administrador apostólico recordó cómo este histórico concilio definió el Credo cristiano católico, afirmando contra herejías como el arrianismo que Jesús es de la misma naturaleza y sustancia que Dios Padre: Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado no creado, luz de luz.

Subrayó que Cristo no solo posee cualidades divinas, sino que es plenamente Dios, y que vendrá al final de los tiempos como juez supremo, señor de señores y salvador, por lo que los fieles deben estar preparados, reconociendo su señorío y viviendo según sus obras para recibir el merecido.
Insistió en que Jesús es el único que da y quita la vida, el juez definitivo y el salvador misericordioso para quienes se acogen a Él, siguen sus enseñanzas y permanecen unidos en gracia y santidad, especialmente en este aniversario que celebra los 2025 años del nacimiento de verdadero Dios y verdadero hombre.
El mensaje trascendió el recuerdo histórico para proyectarse al futuro: la Navidad no solo evoca el pasado, sino que anticipa la segunda venida gloriosa de Cristo, quien premiará a los justos, castigará al mal, vencerá definitivamente a la muerte y a los espíritus malignos, y entregará el reino al Padre para que Dios sea todo en todos.
Monseñor Elizondo Cárdenas proclamó con firmeza que el mal, el demonio, el odio, las tinieblas, la maldad y la muerte no tienen la última palabra, sino que serán vencidos por Jesucristo, el único con autoridad final, quien al final de los tiempos nos llevará al reino celestial.
Finalmente, concluyó su alocución deseando una feliz Navidad a los fieles de la diócesis, reiterando que Cristo vino al mundo para salvarnos, vendrá nuevamente como juez de vivos y muertos para premiarnos y abrir las puertas del cielo a quienes se dejen salvar por su infinita misericordia.

