Manuel Baeza / Grupo Cantón
Este repunte no solo beneficia a los comerciantes locales, sino que refuerza la tradición navideña y la magia de la temporada en la ciudad
Cancún.- En vísperas de la Navidad, los centros comerciales, tiendas de autoservicio y jugueterías de Cancún han vivido un auténtico boom de consumidores, impulsado por la urgencia de Santa Claus —y de padres y familiares— por cumplir las listas de deseos de los más pequeños del hogar.
Este repunte en las ventas, que alcanza hasta un 30% en comparación con periodos normales, transforma los pasillos en un torbellino de actividad donde las familias buscan los regalos perfectos para colocar bajo el árbol.
El fenómeno se explica principalmente por la tradición navideña que coloca a Santa Claus como el gran proveedor de obsequios, saturando las tiendas con compradores que llegan cargados de listas infantiles.
Desde tempranas horas de la mañana hasta el cierre, los establecimientos registran filas en cajas y anaqueles semivacíos, especialmente en las secciones de juguetes, donde el movimiento de mercancía ha sido constante y superior al esperado para esta temporada.
A pesar del avance tecnológico que domina el entretenimiento infantil, los juguetes tradicionales mantienen una sorprendente vigencia entre las peticiones de los niños.
Pelotas, carritos, muñecas y juegos clásicos siguen siendo los más solicitados, demostrando que la preferencia por lo tangible y lo imaginativo no ha sido desplazada por completo.
Sin embargo, las versiones modernas de estos artículos, junto con dispositivos electrónicos como celulares y tablets, también ocupan un lugar destacado en las cartas a Santa, reflejando una mezcla entre lo clásico y lo digital en los deseos de las nuevas generaciones.
Este incremento en las ventas no solo alegra a los comerciantes locales, que ven compensados los esfuerzos del año, sino que refuerza la magia navideña en Cancún, donde las familias invierten tiempo y recursos para hacer realidad las ilusiones de los reyes del hogar, consolidando una temporada de consumo que combina tradición, emoción y un notable impulso económico para el sector retail.
