En este sector intervienen constructoras, desarrolladores, agentes inmobiliarios, notarios, valuadores y abogados, es muy factible incurrir en anomalías, por lo que las autoridades tributarias la han catalogado como una industria de alto riesgo.
Jazmín Ramos
Cancún.- La falta de asesoría y las malas prácticas en el sector inmobiliario para tratar de evadir impuestos han provocado que sea una actividad riesgosa para el lavado de dinero y otras irregularidades que no dan certeza jurídica en las transacciones, consideró Estrella Rios Pérez, presidenta de la Asociación Nacional de Abogados de Empresas (Anade).
En entrevista, explicó que como en este sector intervienen constructoras, desarrolladores, agentes inmobiliarios, notarios, valuadores y abogados, es muy factible incurrir en anomalías, por lo que las autoridades tributarias la han catalogado como una industria de alto riesgo.
Señaló que, si bien la actividad no es la única en el mercado vulnerable a irregularidades, pues el Servicio de Administración Tributaria (SAT) tiene una lista en la que se encuentran, los casinos, los bares y los hoteles, entre otros, el hecho de que intervengan tantos agentes sí propicia fraudes, lavado de dinero, evasión de impuestos, violaciones a las leyes ambientales y urbanas.
Dijo que al menos en el sector inmobiliario estas irregularidades son comunes porque no hay un asesoramiento desde la adquisición de la tierra, entonces se desatan una serie de problemas que van desde comprar predios en zonas de reserva o con problemas en la mecánica del suelo, y de ahí viene una cadena de obstáculos que elevan los costos de construcción y el pago de multas.
Añadió que, una vez que se subsanan el cumplimiento de las normas ambientales y urbanas, inicia el proceso de construcción y los desarrolladores comienzan a buscar financiamiento, en donde pueden colarse todo tipo de inversionistas y, si no aplican los manuales antilavado de dinero establecidos por la autoridad, pueden caer en riesgo.
Pero, recalcó, el tema no termina ahí, ya que una vez que concluyen el desarrollo intervienen los notarios, los valuadores y los vendedores, quienes, con tal de hacer el cierre de la transacción, también pueden incurrir en anomalías como la evasión de impuestos.
“Entonces se vuelve un círculo vicioso entre los involucrados en el sector, obviamente no todos caen en malas prácticas, generalmente son aquellos que son nuevos en el mercado y por desconocimiento u omisión caen en manos de personas sin ética”.
Comentó que aquí la clave para evitar cualquier irregularidad, es vital asesorarse desde que inicia el proceso de la compra de la tierra, sin embargo, por la cultura propia del mexicano, evitan el pago de especialistas porque lo ven como un gasto, cuando en realidad es una inversión que dará certeza jurídica a las transacciones.