CANCÚN, QRoo.- Mientras algunos difuntos fueron recordados con velas y flores en el panteón Los Olivos de Cancún, otros permanecieron en el olvido en una noche donde la nostalgia y la tradición del Día de Muertos llenaron el ambiente.
En este espacio, donde la memoria y el olvido coexisten, se vieron escenas de familiares que, desvelados, pasaron la madrugada cuidando tumbas y rezando por sus seres queridos.
No todos acudieron con fines solemnes. Algunos visitantes llegaron para tomar selfies y captar imágenes de las coloridas decoraciones y el altar colocado en honor a los difuntos, un recordatorio de la belleza visual que caracteriza esta tradición.
Sin embargo, en medio de esta estética, también resaltaron los rincones descuidados y lápidas que no recibieron ninguna ofrenda, un reflejo de cómo algunos muertos son recordados año con año mientras otros permanecen en el abandono.
A pesar de las diferencias en el modo de recordar a los que ya no están, el ambiente en Los Olivos combinó el color del cempasúchil y la luz de las velas, logrando una atmósfera única, en la que se celebró tanto el recuerdo como la indiferencia.
