Manuel Baeza / Grupo Cantón
Cancún.- La Diócesis de Cancún-Chetumal reconoció que, aunque la Iglesia católica ha experimentado un notable crecimiento en infraestructura y fieles en los últimos 21 años, el aumento de personas que no profesan ninguna religión oficial o que siguen prácticas alternativas ha sido significativamente mayor en el estado.
Pedro Pablo Elizondo Cárdenas, obispo en Quintana Roo, señaló que desafortunadamente ha registrado un crecimiento de grupos de personas que creen en la Santa Muerte o la Santería.
“Desafortunadamente, han crecido más los que no tienen religión o los que siguen creencias como cargar energía en pirámides, la Santa Muerte, santería cubana, satanismo y brujería, que ya abundan en Quintana Roo”, expresó
Señaló que estas opciones espirituales han encontrado terreno fértil en una sociedad marcada por la migración y la búsqueda de respuestas rápidas.
Elizondo Cárdenas subrayó que “la gente es libre de escoger en qué creer”, pero aclaró que tales prácticas no forman parte de una religión oficial estructurada como lo es la Iglesia católica, y lamentó que muchas personas se alejen de la fe tradicional en medio del acelerado crecimiento demográfico y turístico que vive la entidad.
Según las estadísticas que maneja la diócesis, actualmente existen alrededor de 1,165,000 católicos en todo Quintana Roo, concentrándose la mayor comunidad en los municipios de Benito Juárez y Playa del Carmen, donde la presencia de parroquias y actividades pastorales es más intensa.
El obispo saliente llamó a intensificar la nueva evangelización para acompañar a una población que se multiplica rápidamente y enfrenta desafíos espirituales, y confió en que el próximo obispo, Salvador González Morales, encontrará una Iglesia sólida pero con el reto urgente de reconquistar corazones en un contexto de pluralidad religiosa y secularización creciente.