Manuel Baeza / Grupo Cantón
La tradición de quemar el Año Viejo se mantiene vigente, con familias adquiriendo muñecos en el Mercado 23 o elaborándolos en casa
Cancún.- En pleno corazón de Cancún, la costumbre de quemar el Año Viejo sigue más viva que nunca, incluso sin el estruendo de las tradicionales “bombitas”, ya que las familias prefieren preservar esta práctica simbólica para despedir lo negativo y recibir con optimismo el 2026.
El Mercado 23 se ha convertido en el punto principal donde residentes de diversas colonias acuden a adquirir muñecos ya elaborados, con precios que inician desde los 200 pesos para los más sencillos y superan los 400 pesos en aquellos con mayor detalle y producción.
Los vendedores explican que, por medidas de seguridad, los muñecos se ofrecen sin las bombitas, dejando a criterio de cada familia si deciden agregar explosivos o simplemente rellenarlos con papel para una quema más tranquila.
Otras familias optan por la versión más tradicional y económica: elaborar el muñeco desde cero utilizando ropa vieja, periódico, cartón y materiales reciclados, destacando que lo importante no es el espectáculo, sino el significado de cerrar ciclos y renovar esperanzas.
Esta persistencia de la tradición refleja el arraigo cultural de los cancunenses, quienes año tras año mantienen viva la quema del Año Viejo como un ritual de purificación y buenos augurios para el nuevo ciclo que comienza.
