Manuel Baeza / GRUPO CANTÓN
Cancún, reconocido destino turístico internacional, enfrenta una paradoja: ocupa el segundo lugar nacional en desperdicio de alimentos, con más de 200 toneladas diarias arrojadas a la basura, mientras miles de familias batallan por una comida básica.
Un estudio del Banco de Alimentos de Cáritas Quintana Roo, en colaboración con el INEGI y universidades locales, detalla que cada residente desecha 260 gramos de comida al día, de los cuales casi el 60% sigue apto para consumo; además, revela que en Quintana Roo más de 550 mil personas viven en pobreza alimentaria.
Ante este contraste, la asociación civil Integración Para la Vida (Inpavi) apoya directamente a familias vulnerables con despensas que garantizan alimentación adecuada al menos tres veces al año.
Con ello se beneficia principalmente a hogares encabezados por mujeres del comercio informal que padecen complicaciones como diabetes o desnutrición, explicó Gabriela Hurtado, delegada de Inpavi en Cancún.
Aunque los esfuerzos son cruciales, Hurtado admite sus límites y destaca la coordinación con el gobierno para ampliar cobertura mediante apoyos oficiales, así como el respaldo privado, como la donación superior a 300 mil pesos de la cadena Oxxo, para sostener y crecer los programas alimentarios.
