En el PRI de Quintana Roo todos parecen estar más pendientes de obtener amparos para no ser detenidos, de si ya comenzaron las investigaciones en su contra, o de buscar cobijo en otro partido.
Con un liderazgo ruin, torpe, corrupto como el de Raymundo King, que debería estar frente al juez aclarando todos los recursos, tanto dinero, que le entregó el gobernador Borge, es imposible que existan priistas convencidos y dispuestos a ser oposición.
En la Ciudad de México “Chanito” Toledo quiere subirse a cualquier tren del futuro, un poco fuera de contexto como sucedió cuando le “declaró” su apoyó a José Antonio Meade y éste, obviamente, se hizo a un lado.
En Cozumel esta realidad es, todavía, peor. La llegada de una presidente municipal que no rebuzna porque no tiene esa capacidad, las acusaciones legales contra Freddy Marrufo, los pleitos por las migajas de un pastel entre las hermanitas Ruiz, todo va en contra ya no solamente del PRI sino de cualquier partido.
Frente a esa realidad surge la voz de Salvador Rocha, que es cozumeleño, que estuvo injustamente en la cárcel para que después de ser exonerado ni siquiera le dijesen “usted disculpe”, que sobrevivió textual a los gobiernos de Félix González y de Borge.
Bruno Cárcamo lo entrevistó esta semana para el portal CambioQRR.com, y ahí afirmó estar dispuesto a librar la madre de todas las batallas políticas y electorales.
Lo que no dijo, pero sabemos, es que no tiene padrino político. Que King, como suele hacer, lo ha tratado con la punta del pie, que su fuerza en la Isla es real porque la ciudadanía está cansada de los cuatro o cinco protagonistas de siempre, y que puede encabezar un cambio de verdad.
Su logo puede parecer ingenuo, pero sintetiza una necesidad social: “Todos iguales a jalar parejo”. No nos detengamos en la sintaxis, tan propia de los quintanarroenses que a veces parecen hablar al revés, sino en el sentido de que todos, él en primer lugar, son iguales a la hora de aspirar a un cargo popular. Lo que el PRI olvidó.
En el sexenio pasado, lo sabemos, no había igualdad posible. El pastel estaba en las manos del gobernador, completito, y él repartía los pedazos a conveniencia propia. Por eso la manera de limpiar zapatos de King le resultó tan eficiente.
¿Hay oposición en el Estado? Lo que existe, definitivo, es un gran espacio para que la haya. El surgimiento de liderazgos sociales como el de Salvador Rocha en Cozumel lo demuestran. Habrá que ver cómo se expresa el gran descontento social por la llegada de Perla a la presidencia municipal…
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