Redacción/Grupo Cantón
Caracas.- El Instituto Nacional de Aeronáutica Civil (INAC) de Venezuela ha emitido una notificación a las aerolíneas internacionales exigiendo la reanudación de sus operaciones en el país dentro de un plazo de 48 horas, bajo la amenaza de perder sus derechos operativos en territorio venezolano. Esta medida, confirmada este lunes por la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), surge en medio de una ola de suspensiones de vuelos provocadas por una advertencia de seguridad de la Administración Federal de Aviación (FAA) de Estados Unidos.
La FAA emitió el viernes pasado una alerta sobre una “situación potencialmente peligrosa” en el espacio aéreo venezolano, citando el “deterioro de la situación de seguridad y el aumento de la actividad militar en Venezuela o sus alrededores”. Esta advertencia ha llevado a varias compañías a cancelar sus rutas hacia y desde Venezuela, lo que, según IATA, “reducirá aún más la conectividad hacia el país, que ya es uno de los menos conectados de la región”. La organización, que representa a unas 350 aerolíneas globales, enfatizó que esta decisión agrava el aislamiento aéreo de Venezuela.
Entre las aerolíneas afectadas, la española Air Europa anunció este lunes la suspensión de sus cinco vuelos semanales entre Madrid y Caracas “hasta que las condiciones lo permitan”. De manera similar, Plus Ultra también canceló la misma ruta, según informes de medios españoles. Durante el fin de semana, Iberia —perteneciente al grupo IAG— informó la interrupción de sus servicios hacia Venezuela al menos hasta el 1 de diciembre. Otras compañías como la brasileña Gol, la colombiana Avianca, TAP Air Portugal y Latam han adoptado medidas similares. Además, Marisela de Loaiza, presidenta de la Asociación de Líneas Aéreas de Venezuela, reveló que Turkish Airlines canceló sus vuelos programados entre el 24 y el 28 de noviembre, y varias aerolíneas nacionales que operan a Madrid también han suspendido sus operaciones.
El contexto de esta crisis se enmarca en el amplio despliegue militar de Estados Unidos en el Caribe desde septiembre, justificado por Washington como una operación contra el tráfico de drogas. Sin embargo, el gobierno venezolano lo interpreta como un intento de promover un cambio de régimen. Este despliegue incluye el portaaviones más grande de la Armada estadounidense, al menos ocho buques de guerra y aeronaves F-35, lo que ha elevado las tensiones en la región.
IATA reafirmó en un comunicado su compromiso con el restablecimiento de las operaciones hacia y desde Venezuela “tan pronto como las condiciones lo permitan”. La asociación expresó su disposición a mantener canales abiertos de comunicación con las autoridades venezolanas para coordinar acciones que garanticen la seguridad, la conectividad y la protección de los derechos de los pasajeros, en cumplimiento de la normativa vigente.
Ni el Ministerio de Comunicación e Información de Venezuela ni la autoridad aeronáutica respondieron a solicitudes de comentarios por parte de Reuters, lo que deja abiertas interrogantes sobre la implementación de la notificación del INAC y sus posibles repercusiones en el sector aéreo internacional.
Esta situación podría tener impactos económicos significativos para Venezuela, ya dependiente de conexiones limitadas, y plantea desafíos para los pasajeros afectados por las cancelaciones repentinas.