Washington.- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, puso fin al cierre parcial del Gobierno más prolongado en la historia del país, al firmar una ley aprobada por el Congreso que restablece el funcionamiento normal de las instituciones federales tras 43 días de parálisis.
La ceremonia tuvo lugar en el Despacho Oval de la Casa Blanca, donde Trump, rodeado de legisladores republicanos, estampó su firma en el proyecto de ley con un gesto de alivio y triunfo. “Es un honor firmar este increíble proyecto de ley y lograr que nuestro país vuelva a funcionar”, declaró el mandatario, visiblemente satisfecho ante las cámaras. El acuerdo, impulsado por los republicanos, fue aprobado en la Cámara de Representantes apenas horas antes, con un ajustado margen de 222 votos a favor y 209 en contra. Sorprendentemente, seis demócratas cruzaron la línea partidista para respaldar la medida, lo que facilitó su paso en un Congreso polarizado.
El cierre, que inició el 1 de octubre y afectó a cientos de miles de empleados federales, servicios esenciales y agencias gubernamentales, se originó en un impasse presupuestario centrado en subsidios sanitarios. Trump no escatimó en críticas hacia la oposición: “Solo quiero decirle al pueblo estadounidense que no debe olvidar esto”, enfatizó, al calificar el bloqueo como “una extorsión demócrata” que prolongó innecesariamente la crisis por la falta de consensos en materia de salud.
La ley firmada hoy incluye financiamiento temporal para el Gobierno hasta diciembre, con concesiones en subsidios médicos que evitan recortes drásticos propuestos inicialmente por los republicanos. Analistas destacan que este desenlace representa una victoria táctica para Trump, quien utilizó el cierre como palanca para presionar por sus prioridades, aunque el costo económico se estima en miles de millones de dólares perdidos en productividad y salarios atrasados.
Con el Gobierno de nuevo en marcha, la atención ahora se centra en las negociaciones presupuestarias de fin de año, donde las tensiones bipartidistas podrían resurgir. Trump, por su parte, ya apunta al horizonte: “América vuelve a ser grande, y esto es solo el comienzo”, concluyó en su breve discurso.