REDACCIÓN / GRUPO CANTÓN
Washington.- En su segundo día de mandato, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aprobó nuevas medidas que permiten a las fuerzas del orden federales arrestar a migrantes ilegales en lugares considerados sensibles, como iglesias, hospitales o escuelas. Según las autoridades, con estas acciones, los migrantes ya no podrán “esconderse” en estos sitios para evitar su detención.
El Departamento de Seguridad Nacional, bajo la dirección del secretario interino Benjamine Huffman, destacó que “los delincuentes ya no podrán esconderse en escuelas e iglesias de Estados Unidos”, asegurando que la Administración Trump no pondrá restricciones a las fuerzas del orden y confiará en su “sentido común” para ejecutar estas operaciones.
La principal intención de las redadas será “atrapar a criminales extranjeros, incluyendo asesinos y violadores”, que hayan ingresado de forma ilegal al territorio estadounidense. Esta medida podría generar miedo en las comunidades de migrantes, llevando a muchos a evitar acudir a lugares como escuelas, hospitales o incluso a actividades cotidianas por temor a ser detenidos.
Hasta 2011, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) había mantenido una política que impedía realizar arrestos en lugares sensibles, a excepción de situaciones específicas como amenazas a la seguridad nacional, terrorismo o riesgo inminente para personas o propiedades. Sin embargo, las nuevas medidas autorizadas por Trump permiten realizar redadas incluso en bodas, funerales o manifestaciones proinmigración a las que asistan personas indocumentadas.
Tom Homan, el “zar de fronteras” de la Casa Blanca, declaró que las primeras detenciones comenzaron de inmediato, priorizando la seguridad pública. Sin proporcionar detalles sobre las operaciones, Homan aseguró que ICE estaba cumpliendo con la ley.
Las medidas de Trump incluyen también la eliminación del programa humanitario (Parole), que había permitido a migrantes de países como Haití, Cuba, Nicaragua y Venezuela solicitar permisos temporales para ingresar a EE. UU. El Departamento de Seguridad Nacional acusó al gobierno del expresidente Joe Biden de “abusar” de este programa, permitiendo la entrada de más de 1.5 millones de migrantes sin un control adecuado.
Entre las otras medidas tomadas por Trump se encuentra la anulación de la opción para que los migrantes obtengan citas legales a través de una aplicación móvil (CBP One), una herramienta que había facilitado el proceso de llegada a puertos de entrada para ciertos solicitantes de asilo.
Estas nuevas políticas de inmigración forman parte de una serie de acciones que Trump ha considerado necesarias para enfrentar lo que describe como una “invasión” migratoria, buscando frenar la entrada ilegal de personas al país.
