Redacción / Grupo Cantón
Sirikit de Tailandia, recordada por su glamour y su papel clave en la monarquía, murió a los 93 años, según informó el palacio real.
Mundo.- La reina emérita Sirikit de Tailandia, madre del actual monarca Maha Vajiralongkorn y esposa del recordado rey Bhumibol Adulyadej, falleció este viernes a los 93 años, informó el Palacio Real en un comunicado oficial.
Apodada en su juventud como la “Jackie Kennedy de Asia”, Sirikit fue durante décadas un símbolo de elegancia y devoción. Junto a Bhumibol —quien reinó por 70 años hasta su muerte en 2016—, consolidó el prestigio y la influencia de la monarquía tailandesa en la vida política y social del país.
“Su majestad falleció a las 21:21 en el hospital Chulalongkorn, tras el deterioro de su estado de salud”, comunicó el palacio.
Casada a los 17 años con el entonces joven rey Bhumibol, Sirikit padecía varias enfermedades desde 2019, incluida una reciente infección sanguínea. Su fallecimiento marca el inicio de un período de gran emotividad nacional y de homenajes por todo lo alto en el reino.
Para los tailandeses, el rey y su familia representan un símbolo espiritual y patriótico sin parangón. El país ya había vivido un año de luto oficial tras la muerte de Bhumibol, quien fue incinerado en 2017 tras una ceremonia tradicional de varios días.
Debilitada por un derrame cerebral, Sirikit llevaba años sin aparecer en público, aunque su imagen seguía presente en edificios, comercios y hogares de todo el país. Su cumpleaños, el 12 de agosto, coincide con el Día de la Madre en Tailandia, reflejo de la profunda devoción que sus ciudadanos le profesaban.
En las décadas de 1960 y 1970, la reina emérita brilló en la escena internacional: conoció a presidentes estadounidenses, a celebridades como Elvis Presley y apareció en portadas de revistas de moda, reforzando la imagen moderna y carismática de la monarquía tailandesa.
Su muerte cierra un capítulo en la historia reciente de Tailandia, marcado por la transición entre dos generaciones de la familia real y por el recuerdo de una soberana que encarnó el equilibrio entre tradición y modernidad.