Redacción / Grupo Cantón
La medida forma parte de la ofensiva de Trump contra los cárteles y complica la relación con el gobierno de Sheinbaum.
México.- La administración de Donald Trump ha revocado las visas de al menos 50 políticos y funcionarios mexicanos, como parte de una ofensiva contra los cárteles de la droga y sus presuntos aliados políticos. Así lo revelaron a Reuters dos altos funcionarios mexicanos.
Si bien algunos casos se conocían de manera aislada, el reporte indica que las cancelaciones son mucho más amplias de lo que se había informado anteriormente. Entre los afectados estarían políticos de Morena —el partido en el poder— y de otras fuerzas políticas. Cuatro funcionarios han confirmado públicamente la pérdida de su visa, entre ellos la gobernadora de Baja California, Marina del Pilar Ávila, quien ha negado cualquier vínculo con el crimen organizado.
Aunque el Departamento de Estado de EEUU no está obligado a justificar la revocación de visas, un alto funcionario señaló que pueden cancelarse en cualquier momento si se considera que el titular actúa “en contra del interés nacional”.
Según exembajadores estadounidenses, esta política refleja un uso más agresivo de herramientas diplomáticas con fines políticos. “La administración Trump está encontrando nuevas maneras de ejercer presión sobre México”, declaró Earl Anthony Wayne, embajador en México entre 2011 y 2015.
La medida ha generado alarma en la élite política mexicana, donde viajar a EEUU es habitual por motivos personales o profesionales. Las revocaciones también podrían complicar la colaboración bilateral en temas clave como comercio, migración y seguridad.
Aunque la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, ha buscado mantener una relación de cooperación con EEUU, ha condenado las amenazas de intervención militar unilateral por parte de funcionarios de la administración Trump, al considerarlas una violación a la soberanía mexicana.
De acuerdo con medios de comunicación, estas revocaciones forman parte de una estrategia que gana fuerza tras la designación de algunos cárteles mexicanos como organizaciones terroristas. Esta clasificación da más peso a la inteligencia de agencias como la DEA para influir en decisiones diplomáticas como el estatus migratorio.
Esta política no es exclusiva de México. En Colombia, el presidente Gustavo Petro perdió su visa tras criticar a Trump en un acto público. En Brasil, más de 20 jueces y funcionarios han sido afectados, y en Costa Rica, incluso el expresidente y Nobel de la Paz, Óscar Arias, perdió su visa sin explicación.
Exfuncionarios como Roberta Jacobson —embajadora en México entre 2016 y 2018— advierten que estas revocaciones pueden ser un indicio de investigaciones penales, pero no necesariamente. “Lo más probable es que no se sepa si EEUU está investigando o no durante años”, declaró.
John Feeley, exembajador en Panamá, consideró que esta política puede resultar contraproducente, generando un alto costo político para líderes como Sheinbaum y debilitando la cooperación en seguridad.