Redacción / Grupo Cantón
El Vaticano destacó el ejemplo de los nuevos santos como símbolo de fe, esperanza y reconciliación nacional.
Roma.- El secretario de Estado del Vaticano, cardenal Pietro Parolin, exhortó este lunes a Venezuela a construir su futuro sobre los valores de la justicia, la verdad, la libertad y el respeto a los derechos humanos. Su mensaje se dio durante la misa de acción de gracias por la canonización de los primeros santos venezolanos, José Gregorio Hernández y la madre María Carmen Rendiles, celebrada en la Basílica de San Pedro. Parolin destacó que sólo a través del compromiso con estos valores el país podrá alcanzar la paz y una convivencia democrática basada en el amor y la solidaridad.
En su homilía, Parolin recordó el ejemplo de servicio y fe que encarnaron los nuevos santos en medio de la adversidad. “La canonización de José Gregorio Hernández y de la Madre Carmen es un kairos, un momento oportuno para emprender este camino. No lo dejen pasar inútilmente”, expresó. El cardenal pidió a los fieles venezolanos que, inspirados por los nuevos santos, sigan adelante con esperanza, confiando en la intercesión de la Virgen de Coromoto y de sus santos compatriotas.
El mensaje de Parolin estuvo acompañado por las palabras del papa León XIV, quien un día antes había presidido la canonización en una ceremonia histórica que incluyó a figuras de distintas partes del mundo. En un encuentro con los peregrinos, el pontífice alentó a los venezolanos a seguir el ejemplo de los nuevos santos para enfrentar las dificultades cotidianas con fe y fraternidad. “Quien vive a mi lado, como yo, como ellos, está llamado a la misma santidad”, expresó el Papa, subrayando la importancia de la solidaridad y el respeto mutuo.
La ceremonia, en la que participó el Coro Simón Bolívar del Sistema de Orquestas de Venezuela, fue un momento de orgullo y esperanza para la Iglesia venezolana. En un país marcado por la crisis social y política, el Vaticano buscó proyectar un mensaje de reconciliación y compromiso con los valores que sostienen la convivencia democrática. Desde el altar de San Pedro, la exhortación fue clara: la santidad de Hernández y Rendiles no sólo celebra la fe de Venezuela, sino que llama a transformar su realidad desde la justicia, la fraternidad y la esperanza.