REDACCIÓN / GRUPO CANTÓN
Ciudad de México.- Las Bolsas europeas registraron fuertes caídas este jueves en respuesta al anuncio del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de imponer un arancel del 25% a las importaciones de automóviles a partir del 2 de abril. Esta medida generó preocupación en el sector automotriz, especialmente entre los fabricantes que tienen plantas en México y otras regiones, lo que se reflejó en una baja en los precios de las acciones de varias compañías.
Volkswagen Group, que tiene plantas en México, registró una caída del 2.8% en la cotización de sus títulos, alcanzando los 8.62 euros a las 11:00 horas. Por su parte, BMW, con instalaciones en San Luis Potosí, retrocedió un 2.72%, dejando el precio de su acción en 77.12 euros. La mayor caída entre los fabricantes alemanes fue para Porsche, cuyo precio de cotización bajó un 4.52%, situándose en los 47.74 euros en la Bolsa de Frankfurt. Mercedes-Benz, que también posee fábricas en México, cayó un 3.62%, con sus acciones cotizando en los 65.93 euros.
Stellantis, el conglomerado multinacional con plantas tanto en México como en Canadá, experimentó una caída del 4.35% en la Bolsa de Milán, dejando el precio de sus títulos en 10.9 euros. En contraste, el grupo Renault, menos expuesto al mercado estadounidense, logró un pequeño incremento del 0.71% en la Bolsa de París, cotizando en los 49.35 euros por acción.
El impacto de los aranceles no solo afectó a los fabricantes europeos, sino también a los japoneses, cuyas marcas producen vehículos al sur de la frontera estadounidense. Toyota (-2.04%), Nissan (-1.68%), Mazda (-5.99%) y Honda (-2.48%) vieron cómo sus acciones se desplomaban en la Bolsa de Tokio este jueves.
El analista de Investigación de Renta Variable en Julius Baer, Roberto Cominotto, destacó que, si bien los fabricantes alemanes son los más perjudicados por esta medida, la industria automotriz estadounidense tampoco se librará del impacto. Esto se debe a la alta dependencia de las importaciones de vehículos provenientes de México y Canadá, donde algunos productos cruzan las fronteras varias veces antes de ser comercializados en EE. UU.
Cominotto también señaló la falta de claridad sobre si los aranceles afectarán únicamente a los vehículos o si también incluirán piezas y componentes automotrices, lo que podría amplificar el impacto en toda la cadena de suministro. Además, el analista advirtió que los aranceles de 25% podrían generar un efecto inflacionario en los precios de los automóviles en EE. UU., afectando la demanda en el mercado.
El experto concluyó que el impacto dependerá de varios factores, entre ellos la capacidad de las empresas para trasladar parte de los costos a los consumidores. Las empresas con una fuerte base de producción en EE. UU. y mayor flexibilidad para aumentar su producción local serán menos afectadas que aquellas con una presencia manufacturera limitada. Además, las empresas con mayor poder de fijación de precios podrían trasladar parte de los costos adicionales a los consumidores, mitigando en parte el impacto de los aranceles.
Con la fecha del 2 de abril acercándose rápidamente, los fabricantes de automóviles y los analistas esperan con cautela los efectos de estos nuevos aranceles en el mercado global, que podrían alterar de manera significativa el panorama comercial y económico en la industria automotriz.
