Redacción / Grupo Cantón
La presidenta ordenó a Sectur revisar posibles restricciones ilegales al acceso público.
México.- La presidenta Claudia Sheinbaum calificó como ilegal que restauranteros y hoteleros de Tulum controlen el acceso a las playas y limiten el libre tránsito de turistas y residentes, argumentando que “el acceso a las playas no debe estar limitado a quien tiene recursos económicos”.
La mandataria federal señaló que ya dio instrucciones a la secretaria de Turismo, Josefina Rodríguez Zamora, para atender la situación que ocurre en Tulum, donde se ha denunciado un intento de privatización de playas, así como restricciones impuestas por empresarios que condicionan el ingreso al consumo en sus establecimientos.
Asimismo criticó que, con el desarrollo del Parque del Jaguar, el acceso a la zona costera se haya reducido, afectando principalmente a visitantes de bajos recursos o a los propios habitantes de la región.
“Porque uno es lo que dices, hoteleros que evitan que haya acceso a las playas, lo cual es ilegal, o que controlan el acceso a las playas, y la otra es el tema del Parque del Jaguar que protege la zona arqueológica, pero al mismo tiempo dejó un espacio más pequeño para el acceso a las playas”, declaró.
Adelantó que la próxima semana se presentará un informe oficial sobre los acuerdos alcanzados, recordando que recientemente se legisló para prohibir cobros o restricciones en las playas mexicanas.
¿Qué pasó?
El alcalde de Tulum, Diego Castañón, generó controversia en redes sociales al implementar un programa de “libre acceso” condicionado a través de negocios locales. Aunque aseguró que el acceso sería gratuito, estableció restricciones como la prohibición de alimentos, bebidas, sombrillas o hieleras, condicionando a los visitantes a consumir en los establecimientos de la zona.
“Pueden venir a visitarnos y sin costo alguno, no pueden venir obviamente, con alimentos, ni bebidas, ni con hieleras ni con sombrillas. Con nada. Si quieren consumir, tienen que consumir aquí”, declaró el edil en un video.
Además del debate sobre el acceso a las playas, Tulum enfrenta una baja en la afluencia turística que ha sido atribuida a altos precios, conflictos de transporte, y una percepción de ‘exclusividad’ para extranjeros.
