Los sacerdotes católicos en México reciben un salario mayormente proveniente de recursos autónomos de la Iglesia y donativos, además de diversos beneficios sociales.
Espectáculos.- En México, los sacerdotes católicos dependen en su mayoría (95%) de los recursos autónomos de la Iglesia y de las donaciones de los fieles. Sin embargo, sus ingresos varían dependiendo de diversos factores como la región, la jerarquía e incluso el número de feligreses de cada parroquia. En algunas zonas, reciben una remuneración adicional por cada misa celebrada, aunque estos pagos son generalmente modestos.
Estilo de vida austero y beneficios garantizados
A pesar de las limitaciones salariales, la Iglesia Católica promueve un estilo de vida austero para los sacerdotes. Estos viven con pocos lujos materiales y dedican la mayor parte de su tiempo al servicio de la comunidad. Sin embargo, su bienestar está garantizado a través de una serie de beneficios, como la vivienda cerca de la parroquia, el pago de servicios básicos (agua, luz y gas), y un seguro médico que les permite acceder a atención básica y especializada.
En algunas parroquias, las comunidades locales contribuyen con alimentos y donaciones adicionales. Además, los sacerdotes pueden generar ingresos complementarios mediante actividades como la venta de productos religiosos, rifas y eventos de recaudación de fondos.
¿Cuánto ganan realmente los sacerdotes en México?
Aunque no existe un salario uniforme para los sacerdotes en el país, la jerarquía dentro de la Iglesia juega un papel fundamental en la diferencia de ingresos. Los obispos y arzobispos reciben salarios más altos que los sacerdotes de parroquias, y el costo de vida y la capacidad económica de cada comunidad también influyen en sus ingresos. Así, en las parroquias con mayor número de feligreses y más recursos, los sacerdotes pueden recibir salarios más altos.
Seguridad social y pensiones para los sacerdotes
La seguridad social de los sacerdotes ha sido fortalecida con programas diseñados para cubrir sus necesidades médicas y garantizar su bienestar en el retiro. Un ejemplo es el Sistema de Gastos Médicos Mayores (SIGAMED), creado por la Fraternidad Sacerdotal (FRATESA), que comenzó como un seguro para 450 sacerdotes y ahora incluye a sacerdotes, religiosos, y laicos de diversas diócesis.
El Fondo Solidario de Pensiones para la Arquidiócesis de México (FOSOPAM) también asegura pensiones a los sacerdotes mayores de 70 años y a aquellos que no pueden continuar con sus labores debido a problemas de salud.
Un modelo de apoyo colectivo para los sacerdotes
A través del SIGAMED, los sacerdotes tienen acceso a hospitalizaciones, atención médica, servicios de ambulancia, e incluso gastos funerarios. Este modelo ha evolucionado gracias a convenios con instituciones médicas como Grupo Ángeles y Star Médica. Además, el FOSOPAM asegura una pensión a los sacerdotes retirados o aquellos incapaces de continuar con sus labores pastorales.
