Redacción / Grupo Cantón
La combinación de referencias clásicas, techno y una activación masiva de fans en TikTok confirma su maestría en el marketing digital musical.
Espectáculos.- Rosalía vuelve a demostrar su dominio absoluto de la narrativa digital y la construcción del misterio como herramienta de promoción. La artista española ha compartido a través de su newsletter en Substack unas partituras inéditas de una melodía titulada Berghain, desatando una ola de especulaciones entre sus seguidores. Esta acción forma parte de su ya conocida estrategia de dejar pistas sutiles para generar conversación en redes, pero nunca había alcanzado un nivel de enigma tan sofisticado y efectivo.
Las partituras, impresas por la editorial alemana G. Henle Verlag, sugieren una pieza compuesta para cuerdas, lo que ha llevado a muchos a pensar que Rosalía podría estar explorando nuevos territorios sonoros en su próximo álbum. Sin embargo, el título Berghain —nombre de un emblemático club de techno en Berlín— plantea una posible contradicción estilística, o incluso una pista falsa. A esto se suman acciones como el cambio de imagen de perfil en Instagram, un críptico tuit que decía “LUX: LOVE” y la posterior desactivación de su cuenta, lo que ha llevado a los fans a creer que LUX será el título de su próximo trabajo.
La estrategia ha dado lugar a un fenómeno participativo sin precedentes: decenas de seguidores han interpretado la partitura y compartido sus versiones en redes sociales, especialmente en TikTok, usando instrumentos como violines, pianos y flautas. Este nivel de interacción ha convertido el misterio en un éxito viral antes incluso de que haya una canción oficial publicada.
No es la primera vez que Rosalía logra posicionar una canción antes de su lanzamiento formal. En 2022, Despechá ya era coreada por miles antes de estar disponible en plataformas, gracias a fragmentos filtrados y su difusión en redes. La artista ha perfeccionado el arte de dosificar información, medir el timing de cada anuncio y convertir cada paso en parte de una campaña envolvente. Su caso es hoy objeto de análisis en el ámbito del marketing musical y la sociología pop, confirmando que su impacto va mucho más allá de lo estrictamente musical.
