Redacción / Grupo Cantón
El programa chileno se presentó por primera vez en el Tiny Desk de NPR en EEUU, mezclando sátira política, música y referencias culturales.
EEUU.- La aclamada serie chilena 31 Minutos tuvo una explosiva llegada al ciclo Tiny Desk de NPR en Washington D.C., con una presentación que mezcló sátira política, humor absurdo y una cuidada selección musical. Desde el primer minuto, el tono fue marcado por Tulio Triviño, quien bromeó con una aguda crítica: “Esta es la presentación de 31 Minutos en Washington, que es exactamente el tiempo que expiran nuestras visas de trabajo”. Así, el programa retomó su espíritu irreverente mientras exponía, con ingenio, las dificultades migratorias que enfrentan muchos extranjeros en Estados Unidos.
El concierto, enmarcado en el Mes de la Herencia Hispana, reunió a los personajes más queridos del show —Juan Carlos Bodoque, Patana, Mario Hugo, Juanín Juan Harry y Guaripolo— junto a músicos como Pedropiedra, Felipe y Pablo Ilabaca, Toño Corvalán, Marcelo Wilson y la comediante Jani Dueñas. La dirección estuvo a cargo de Pedro Peirano y Álvaro Díaz. El diseño escénico se integró al entorno de las oficinas de NPR, e incluso el pianista lució una camiseta con el dibujo frontal de un piano, reforzando la ilusión visual y el carácter lúdico del show.
Durante la interpretación de “Objeción Denegada”, el personaje Juan Pablo Sopa ironizó sobre las restricciones migratorias con una adaptación que decía: “Alza la mano si se te venció la waiver, alza la mano si tú eres ilegal”. Este momento incluyó referencias virales como el famoso “¡wen abogao!”, y citas a la cultura pop, como el tema de Better Call Saul, consolidando el estilo metarreferencial de 31 Minutos. El cierre musical rindió homenaje a Los Prisioneros con un fragmento de “La voz de los 80”, evocando la tradición de la música de protesta latinoamericana.
La participación de 31 Minutos se une así a una selecta lista de artistas chilenos que han pasado por Tiny Desk, como Mon Laferte y Ana Tijoux, pero se distinguió por su formato único y su uso de personajes no humanos para ofrecer una crítica social camuflada de humor. NPR celebró el debut del programa escribiendo en redes: “En partes educativo y simplemente absurdo, el programa de títeres chileno 31 minutos realiza su primer viaje a Estados Unidos para convertir el Tiny Desk en un verdadero patio de juegos”. Una presentación que reafirma la capacidad del show para entretener, provocar y conectar con audiencias globales.