Jocelyn Díaz / Grupo Cantón
El Teatro de la Ciudad vivió este fin de semana una noche cargada de sensibilidad y verdad escénica con la presentación de Orgullo sin Prejuicio, una obra escrita y dirigida por Antonio Cruz que logró conmover profundamente a las y los asistentes. Desde los primeros minutos, la puesta en escena atrapó al público con una narrativa íntima que celebra la valentía emocional y la diversidad humana.
Entre piezas musicales se contó la historia de Pedro, un joven reservado marcado por la nostalgia de un amor que nunca pudo reencontrar. La aparición de Divina irrumpe en su rutina y modifica el curso de su vida, generando un punto de inflexión que conduce a los personajes a enfrentar sus propios miedos, defender lo que sienten y reescribir su destino. Este viaje emocional fue interpretado con una entrega evidente por parte del elenco, cuyas actuaciones profundas y matizadas llevaron al público por caminos de reflexión, empatía y reconocimiento.
La atmósfera que se construyó en la sala, colmada de silencios atentos, respiraciones contenidas y momentos de complicidad, reveló el impacto de cada escena, sostenida por el talento local que continúa fortaleciendo la oferta cultural de la ciudad.
La obra se convirtió así en un espejo sensible que invitó a mirar la vida desde nuevos ángulos, recordando la importancia de las historias que emergen desde la comunidad y dialogan con nuestras propias realidades.
Orgullo sin Prejuicio dejó una huella luminosa en el escenario y en quienes tuvieron la oportunidad de presenciarla, reafirmando el poder transformador del teatro en la vida cultural de Cancún.