Javier A. Cervantes / Grupo Cantón
Macario fue la primera película mexicana en ser nominada al Óscar a Mejor Película Extranjera
Cancún.- La película mexicana Macario, dirigida por Roberto Gavaldón y estrenada en 1960, se ha consolidado como un referente del cine nacional gracias a su profunda carga simbólica, su narrativa única y su estrecha relación con la tradición del Día de Muertos.
Basada en la novela de B. Traven, la historia sigue a Macario, un humilde leñador que sueña con comer un pavo entero sin tener que compartirlo, y cuyo encuentro con tres figuras sobrenaturales Dios, el Diablo y la Muerte transforma su vida.
Ignacio López Tarso da vida a Macario, mientras que Pina Pellicer interpreta a su esposa, mostrando con maestría la lucha cotidiana de la pobreza y los deseos humanos.
La película no solo retrata la vida de los más humildes, sino que también integra elementos de la cultura mexicana, especialmente la tradición del Día de Muertos, mostrando la relación simbólica de los mexicanos con la muerte y la trascendencia espiritual.
Macario fue la primera película mexicana en ser nominada al Óscar a Mejor Película Extranjera, y su narrativa visual combina el realismo con elementos fantásticos, haciendo evidente la conexión cultural con la festividad del Día de Muertos: la muerte no es un tabú, sino una presencia que guía y da sentido a la vida y los deseos de los personajes.
Con una duración aproximada de 91 minutos, la película continúa siendo estudiada y admirada por su riqueza cultural, cinematográfica y literaria, consolidándose como una obra imprescindible del cine mexicano que invita a reflexionar sobre la vida, la muerte y los anhelos humanos.