Javier A. Cervantes / Grupo Cantón
Pueblos mayas, haciendas henequeneras, edificios públicos y zonas urbanas que alguna vez fueron símbolo de progreso hoy permanecen vacíos
Cancún.- La Península de Yucatán está lleno de lugares donde el tiempo parece haberse detenido.
Pueblos mayas, haciendas henequeneras, edificios públicos y zonas urbanas que alguna vez fueron símbolo de progreso hoy permanecen vacíos, cubiertos por la vegetación o el abandono.
Cada rincón cuenta una historia: de auge, de tragedia o simplemente de olvido.
En Yucatán, Campeche y Quintana Roo, el abandono adopta distintas formas.
Desde antiguas ciudades mayas que la selva ha reclamado, hasta hoteles y construcciones modernas que quedaron inconclusas con el paso del tiempo.
Ecos del pasado prehispánico
Entre los vestigios más representativos del abandono histórico se encuentran, antiguos centros mayas que en su momento fueron poderosas ciudades del comercio y la religión.
Hoy, muchas de sus estructuras y caminos permanecen cubiertos por la maleza, esperando ser completamente explorados y restaurados.
En ellos, el silencio es testigo del esplendor que alguna vez dominó la región.
Haciendas henequeneras: los fantasmas del auge del “oro verde”
En los estados de Yucatán y Campeche, decenas de haciendas henequeneras quedaron abandonadas tras el declive de la industria del henequén a mediados del siglo XX.
Construcciones como Hacienda Itzincab Cámara, Hacienda Temozón y Hacienda San Ildefonso Teya fueron símbolos de riqueza y modernidad, pero muchas otras, como Hacienda
Chunchucmil o Hacienda Tekit, quedaron reducidas a muros cubiertos de raíces.
Algunas han sido rescatadas como hoteles boutique o museos, mientras que otras siguen sumidas en el olvido rural.
Edificios y espacios urbanos abandonados en Quintana Roo
El desarrollo turístico acelerado también ha dejado su huella en forma de abandono.
En Cancún, se han identificado al menos 15 edificios en desuso dentro de la zona hotelera, algunos por conflictos legales o crisis financieras.
Entre ellos destacan hoteles a medio construir y torres inconclusas que contrastan con el paisaje paradisíaco del Caribe.
En Chetumal, capital del estado, varias construcciones antiguas permanecen cerradas o deterioradas, como el antiguo Hospital Civil y viejas casas de madera del siglo XX que fueron abandonadas tras los huracanes.
En tanto, en Playa del Carmen, varios proyectos turísticos y comerciales quedaron inconclusos durante la pandemia, convirtiéndose en estructuras vacías cubiertas por la maleza.
Más al norte, la Isla de Holbox guarda los restos de antiguos edificios pesqueros que hoy han sido reclamados por la arena y el mar, recordando el paso del tiempo y la vulnerabilidad del entorno costero.
Símbolos de memoria y transformación
Detrás de cada ruina o edificio vacío hay una historia que refleja los cambios del país: el fin de la minería, la caída del henequén, la migración rural o los efectos de la modernización turística.
Aunque muchas de estas estructuras fueron olvidadas, hoy se revalorizan como espacios de memoria y exploración.
Fotógrafos, historiadores y viajeros recorren sus pasillos buscando capturar lo que quedó de un México que sigue hablándonos desde el silencio.
El México que resiste al olvido
Desde los pueblos mineros del norte hasta las haciendas y ruinas del sureste, el abandono en México no es sinónimo de vacío, sino de resistencia.
En cada muro derrumbado o edificio cerrado late una parte de la historia nacional, esperando ser contada, restaurada o simplemente recordada.