Jocelyn Díaz / Grupo Cantón
Mientras esto sucedía, el Teatro 8 de Octubre se llenaba rápidamente para recibir “Mi color carne”, montaje de la compañía Merinfa Teatro
Cancún.- En un domingo lleno de movimiento, familias completas encontraron en la Feria del Libro Teatral (FeLiT) el punto de encuentro perfecto para cerrar el fin de semana entre historias, reflexión y talento escénico.
Desde su apertura, el Centro Cultural de las Artes, dónde se llevó a cabo la Feria, se llenó de actores, actrices y jóvenes estudiantes de teatro que aprovecharon para adquirir libros especializados, pero también de las actividades que cerraron esta actividad paralela a la Muestra Nacional de Teatro.
La jornada arrancó con el Karaoke dramático: El público y las obras del Premio Nacional de Dramaturgia Joven Gerardo Mancebo del Castillo al micrófono, una experiencia guiada por Antonio Zúñiga y moderada por Mariana Hartasánchez, que invitó a los asistentes a entrar en contacto directo con la palabra escrita y su fuerza en escena.
Mientras esto sucedía, el Teatro 8 de Octubre se llenaba rápidamente para recibir “Mi color carne”, montaje de la compañía Merinfa Teatro, proveniente de Veracruz.
Más tarde, el Parque de las Palapas se transformó en un espacio festivo cuando “Armadillos”, del Colectivo Pies Hinchados de Jalisco, reunió a familias entre risas, música y emoción.
La noche tomó un tono solemne y emotivo con la Clausura de la FeLiT, que estuvo a cargo del dramaturgo y director de la Coordinación Nacional de Teatro, Luis Mario Moncada, el director del Instituto de la Cultura y las Artes, Carlos López Jiménez y las poderosas voces de:
Socorro Loeza, Esmeralda Aragón, Petrona de la Cruz y Ariadna Medina compartieron la charla “La escena como territorio; voces de tres dramaturgas indígenas”, moderada por Verónica Maldonado.
Sus palabras, cargadas de identidad, memoria y pertenencia, resonaron entre las juventudes y los presentes, quienes escucharon fragmentos de sus escritos y experiencias vinculadas al rescate y la preservación de las lenguas originarias.
Apenas concluyó este emotivo cierre, el Teatro de la Ciudad se abarrotó de público que aguardaba con expectación para ingresar a “El camino rojo de Dolores”, producción veracruzana de La Talacha Compañía de Teatro, un relato profundo que conectó de manera sensible con la audiencia que vive plenamente esta gran Muestra.