Cultura

45° Muestra Nacional de Teatro supera los 6 mil espectadores

Jocelyn Díaz / Grupo Cantón 

En apenas unos días, la energía teatral que llegó el pasado 6 de noviembre se ha convertido en un auténtico fenómeno escénico

Cancún.- En apenas unos días, la energía teatral que llegó el pasado 6 de noviembre se ha convertido en un auténtico fenómeno escénico que ha cautivado a más de seis mil personas, quienes han respondido con entusiasmo y curiosidad para vivir de cerca esta celebración que reúne a lo mejor del teatro mexicano.

La travesía comenzó con la magia de Django, que estremeció a los más de 650 espectadores que abarrotaron el Teatro de la Ciudad, Un universo íntimo construido con títeres, una mesa de sonidos incidentales en vivo, operada por María Kemp, la música de Cristóbal MarYán y una cámara de circuito cerrado que revelaba el pulso de una historia conmovedora.

Acompañado por su perrito y un buitre, Django abrió la puerta a temas complejos como la tristeza, la depresión y la necesidad profunda de acompañamiento, dejando una estela de reflexión entre los asistentes.

El viaje escénico continuó en el Teatro de Cancún con Boyena, una pieza escrita por Itzel Lara y dirigida por Alejandro Cervantes, donde la vejez y el olvido cobran rostro a través de personajes enmascarados que se niegan a desaparecer. Boyena, Delfina, Jesusa, Tanita, Amelia y Seryeiv, junto a la inolvidable gallina Malena, hilvanaron una historia sensible y luminosa que hizo vibrar al público con su poética valentía.

Otra parada imprescindible fue El acto de desaparecer, creación de Creares Escénicas y Esplayarte bajo la autoría y dirección de Carla Pedroza. Con la fuerza interpretativa de Alejandra Hinojosa, Bruno Castillo, Brenda Zenil y Gabriel Morales, la obra condujo a un territorio profundo, donde el silencio de Antígona y su incansable búsqueda por su hermano resonaron con intensidad, llenando el Teatro de la Ciudad de una emoción colectiva que perduró más allá del telón.

El paisaje urbano también se transformó en escenario. El Malecón Tajamar fue testigo del laboratorio escénico SALAR, una creación que reunió a 31 artistas cancunenses formados desde septiembre bajo la dirección de Eliana Jiménez y Luis Rubio. Con el cuerpo y la memoria como brújulas, esta pieza exploró emociones tan humanas como el gozo, la pérdida y el llanto, convirtiendo el espacio público en un territorio vivo de expresión y comunión artística.

Y porque toda fiesta teatral merece un desenlace vibrante, la medianoche sorprendió a los participantes de la Muestra con un trasnochatorio en el Teatro de la Ciudad. Allí, el reconocido improvisador Omar Argentino desató carcajadas, complicidades y un torbellino de creatividad, invitando a todos a sumarse en el escenario y demostrando que la improvisación es un puente directo al disfrute colectivo.

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Así avanza esta edición de la Muestra Nacional de Teatro: entre historias que conmueven, artistas que inspiran y un público que se deja maravillar. Que nadie se quede fuera de esta gran celebración escénica que sigue transformando cada rincón con su fuerza teatral.

Publicado por
Javier
Etiquetas: cancúnQuintana Roo